No es cuestión de privilegios, solo de cariño
Todo empieza y todo acaba. En estos días en los que nos acercamos al Miércoles de ceniza volveremos a escuchar los tópicos de siempre… que si el azahar empieza a romper en los naranjos de la calle Ancha; que si las casas de hermandad están en ebullición entre las limpiezas de los enseres y el reparto de túnicas, que si el olor a canela y clavo se funde con el del incienso; que si cuadrillas y formaciones musicales intensifican sus ensayos; que si se suceden los fallos de los distintos jurados de los mil y un carteles que anuncian lo inminente…
Y es que ya estamos a poco más de cuarenta días para la que entendemos es la Semana Mayor de la ciudad, la que moviliza más público y la que, más allá de lo verdaderamente importante que es dar testimonio público de Fe, también se entiende como una semana clave para los agentes económicos de la ciudad.
Siguiendo con los tópicos volveremos a escuchar el peso que las hermandades y cofradías tienen en la sociedad civil isleña, que son un referente y los actos de cuaresma se llenaran no sólo de hermanos de las corporaciones y cofrades en general sino también de los representantes de la mayoría de los distintos partidos políticos con representación municipal.
Y ahí es donde me quiero centrar hoy. Solo de la opinión que las hermandades y cofradías tienen que ser autosuficientes y no estar subvencionadas por la administración local. Por mucho que se genere en torno a la Semana Santa, por mucho que esa semana los negocios hosteleros del centro de la ciudad hagan cajas que difícilmente facturen cualquier semana del resto del año, por mucho que de las Hermandades y Cofradías vivan decenas de familias isleñas vinculadas a los gremios de artesanos que crean el Patrimonio cofrade; y por mucho que sea nuestra labor social en pro de los más desfavorecidos y, en definitiva, por mucho que la Semana Santa y las cofradías le den a la ciudad, soy de la opinión de que nuestras economías deben basarse en la nóminas de sus hermanos y en la búsqueda de ingresos extraordinarios ya sean de convocatorias públicas, mecenazgos, etc…
La realidad es que la subvención que otorga el Ayuntamiento al Consejo Local de HHyCC, aunque se ha visto mejorada en los últimos años –incluso con una partida económica específica para celebración de efemérides y eventos extraordinarios- es paupérrima con respecto a otros colectivos de la ciudad. Si lo comparamos con el deporte y nos centramos concretamente en el fútbol profesional, el resultado es escandaloso si hacemos el cálculo de entidad / nº socio, pues la aportación municipal multiplica por varios lo otorgado a las hermandades, que son más de veinte y varias tienen más hermanos que socios ese club. Si lo comparamos con la cultura, la Academia de San Romualdo –por poner un ejemplo- sale también más beneficiada si en esa comparativa la relación también está vinculada con el número de isleños que pertenecen a cada colectivo; comparativa que también sale beneficiada si comparamos el número de su –loable- programación cultura con la que también realizan nuestras corporaciones. Pero es que si lo comparamos con entidades sociales, de nuevo hay determinadas que –haciendo una labor esencial en la ciudad- también tienen convenios específicos de colaboración de miles de euros provenientes de las arcas municipales mientras que las cofradías no pueden acogerse a este tipo de subvenciones públicas por la normativa establecida en las bases reguladores; teniendo acciones similares. Pero, y termino los ejemplos, si lo comparamos con las formaciones musicales, el resultado es ya de risa con formaciones que algunas casi ni conocemos y que cuando hay actos organizados por el propio Ayto. como puede ser la cabalgata de reyes no aparecen en nuestra ciudad y están con contratos en otras ciudades del entorno. Si das más al menos en las bases deberías recoger la participación en este u otro tipo de actos en función de lo que se perciba… En todo caso subvenciones que están muy por encimas de lo que reciben las cofradías.
Pero sigo en mi posición, no pido que nos den 10 mil euros en vez de los mil que se otorga por los ingresos de la carrera oficial. Pido cariño y comprensión; pido que los cables a falta de algo más de un mes estén ya completamente alzados y no que aún quede uno sin hacer; pido que se promocione la Semana Santa con un cartel de prestigio que se pague no un premio sino un encargo profesional como se hace con el del carnaval o la feria; pido que este cartel esté impreso desde el Miércoles de Ceniza con las mismas dimensiones que otros en el centro de Congreso y que, además, se promocione en algunas de las vallas publicitarias que jalonan la autovía donde cada día pasan miles de vehículos; pido que se creen píldoras publicitarias en otros formatos –prensa, radio, televisión, RRSS- donde se promocione e invite a las personas del entorno a venir a San Fernando a su semana más grande; pido que no se tenga que presionar con no ceder estrenos para que desde el Ayto. se ponga una furgoneta para el traslado de los enseres,….
Y sobre todo pido que se le de cariño a las hermandades pensando en los miles de isleños que se revestirán esos días con sus túnicas, programándose las obras con la suficiente antelación; que ante incumplimientos de contratos de empresas constructoras en los tiempos de ejecución previsto pues se legisle en favor de la ciudad, es decir; de su semana más grande y que si las obras de la Plaza del rey comenzaron después de las navidades para así aliviar a los hosteleros de la zona y dinamizar el centro; las obras que ahora están desarrollándose no entorpezcan el paso de nuestras cofradías; que si por ejemplo Mariana de Pineda tenía que haber estado acabada hace ya algún tiempo pues la dirección de obra ceda y se centre en terminar la parte que tiene ya abierta y no abra el último tramo que no sólo repercutirá en el tráfico diario rodado sino también en el recorrido de varias hermandades, al igual que lo ha hecho ahora el inicio de las obras de Héroes de Baleares, una vez que ya se tenían los horarios cerrados, o el caso de Sánchez Cerquero.
Me estoy acordando de los amigos de La Venera que estarán con las carnes abiertas porque a día de hoy no hay prácticamente ningún día cerrado en cuanto a itinerarios cuando hace un mes sí lo estaban.
Por eso, lo que pido no son privilegios sino simplemente que nos traten con cariño, con cariño y respeto.