Consejo de Hermandades y Cofradías

Cavada hace caso omiso a las hermandades y no poda la Alameda obligándolas a cambiar su itinerario en la Magna Mariana

Parece que el estado en el que se encuentran los parques y jardines en los últimos meses en San Fernando si va a afectar a la Magna Mariana de San Fernando. Y es que lo del Ayuntamiento de San Fernando y la renovación de los contratos es un tema recurrente que afecta a la ciudadanía, y en este caso a las hermandades y cofradías.

El 14 de agosto el Consejo local de hermandades y cofradías remitió a las hermandades y cofradías participantes de la Magna Mariana un formulario en el que pedía que las mismas rellenaran incluyendo las incidencias que puedan existir en cada uno de los itinerarios de la próxima Procesión Magna Mariana para su coordinación con los servicios municipales correspondientes.

Las distintas hermandades remitieron estas incidencias conforme a los itinerarios que estaban aprobados y comunicados por parte del Consejo. Entre ellos los de las hermandades de Expiración o Santo Entierro, en la que, en estos casos, se pedía el paso por el contorno exterior de la Alameda Moreno de Guerra.

Desde entonces, mes de agosto, hasta ahora, final del mes de septiembre, el Ayuntamiento ha estado solventando algunas de estas incidencias muchas de ellas provocadas por la inexistencia del contrato con el servicio de parques y jardines y ha tenido que recurrir a tres operarios municipales para realizar estas labores. Es por ello que cuando atajaron la Alameda Moreno de Guerra realizaron únicamente la poda en el recorrido interior de la misma, guiados por el Delegado de Urbanismo, José Luis Cordero.

Cuando las hermandades, ahora, a pocos días de la celebración de la Magna Mariana han visto que no se ha podado el contorno exterior de la Alameda Moreno de Guerra y ante las preguntas a los distintos delegados del Gobierno municipal han encontrado una única respuesta: no es posible. Y es que la falta de planificación por parte del gobierno que encabeza Patricia Cavada deja a las hermandades que tenían previsto el paso por el contorno exterior de la Alameda teniendo que variar su itinerario y dejando sin esa estampa tan nostálgica de la Semana Santa, como podría ser el paso de la Virgen de la Esperanza, tan solo en nuestras memorias.