Esta mañana la comunidad parroquial de la Iglesia Mayor -esencialmente las hermandades y cofradías- han participado de la procesión pascual de enfermos e impedidos retomando una actividad que se realizara a mitad de la década pasada.
La misma sirve para llevar la comunión a enfermos e impedidos de la feligresía. Para ello se conformó un cortejo en el que además de las distintas hermandades radicadas en el primer templo de la ciudad participó también una representación de la Adoración Nocturna femenina, que antecedía al palio de respeto bajo el que el Rvdo. P. Francisco José Aragón Calderón sostenía a Su Divina Majestad.
La lluvia obligó a acortar el itinerario previsto y en el que en las primeras calles el sacerdote iba visitando cada una de las casas en las que previamente se había establecido que se encontraban enfermos e impedidos a los que sus circunstancias les dificulta poder acudir a recibir la comunión y participar de la eucaristía con normalidad.
Aunque estaba previsto que la procesión pascual llegara hasta las curvas de Capitanía finalmente el recorrido se acortó por la calle La Herrán para seguir por Real hasta el primer templo parroquial. A escasos diez minutos de recogerse en el templo comenzó una intensa lluvia.
Tras el palio de respeto un quinteto de metales de la Banda de Música de Agripino Lozano interpretó distintas piezas -entre ellas marchas procesionales- así como el Himno Nacional a la salida del Santísimo de cada una de las viviendas.
