Se suspende la Romería del Rocío de 2021 por el coronavirus
A Santiago Padilla, presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, le ha tocado por segundo año anunciar una noticia que, no por esperada, causa menos desazón a los rocieros del mundo. Este año tampoco habrá Romería. Casi nadie lo dudaba, pero la Matriz, en una muestra de empatía hacia «todos aquellos que tienen responsabilidades en la organización de la Romería» y para evitar que alguien pueda albergar esperanzas vanas, ha preferido disuadir cualquier conjetura que pueda producirse y comunicar la decisión cuanto antes.
En una comparecencia en la Casa de Hermandad, Santiago Padilla ha explicado que «transcurridos más de diez meses desde que dio comienzo la pandemia que nos azota» y «por responsabilidad y coherencia, nos vemos obligados a anunciar por segundo año consecutivo la suspensión de la Romería de Pentecostés en el modo convencional en el que se ha venido celebrando hasta 2019», último año en el que la aldea almonteña acogió la multitudinaria explosión de fe que acarrea la devoción a la Virgen del Rocío.
Se suspende por tanto la Romería y también todos los actos previos como las asambleas comarcales preparatorias de los caminos, la Asamblea General de Presidentes y Hermanos Mayores y el Cabildo de Elección de Hermano Mayor que por tradición se celebra el Domingo de Resurrección y que constituye una jornada muy esperada e intensamente vivida por los almonteños.
Como es lógico, la Hermandad ha tomado la decisión, que sólo modificaría por «un cambio inesperado e imprevisible de la evolución de la pandemia», de postergar hasta que la situación lo permita, los actos previos al regreso de la Santísima Virgen a la aldea del Rocío, otra cita que conllevaría una concentración de devotos tal que supondría un riesgo para la salud de las personas.
Sí que se celebrará Pentecostés. Ya el año pasado la Hermandad Matriz engalanó la entrada de la Parroquia de la Asunción, donde permanece la Blanca Paloma desde agosto de 2019 y celebró una íntima y emotiva Misa Pontifical tras la que se permitió la entrada al templo de los devotos bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria.
Este año, la Matriz se prepara para conmemorar la festividad que da sentido a la devoción rociera y que tendrá lugar del 21 al 24 de mayo. Para ello, en el Cabildo celebrado el pasado 12 de enero se constituyó una comisión que procederá a «analizar posibles escenarios y modos de celebrar este nuevo Pentecostés gozoso, con las limitaciones de todo tipo que nos marca la permanencia de la Virgen en la parroquia de la Asunción de Almonte». En cualquier caso y como ha advertido el presidente, es «materialmente impredecible» la naturaleza de estos actos, «porque desgraciadamente son muchas las variables que en estos momentos seguimos sin controlar y sin poder despejar». Por ello, la institución esperará para anunciar el programa de Pentecostés que «afrontamos con ilusión y con esperanza».
Padilla ha terminado su intervención con un «recuerdo emocionado» hacia los «buenos rocieros» que han sucumbido a la Covid-19, y ha pedido a los devotos «ofrecer este sacrificio» por aquellos que sufren las consecuencias de la pandemia o la combaten «en primera línea de batalla». También ha agradecido el esfuerzo de quienes luchan «por mantener viva la llama de la devoción rociera» y ha pedido seguir centrando los esfuerzos en «los órganos que vertebran nuestra sociedad y nuestra comunidad de creyentes».
El año pasado, la Hermandad Matriz comunicó la suspensión del traslado de la Virgen y de la Romería del Rocío el 24 de marzo, cuando el decreto de alarma y el confinamiento total que padecía el país hacía de todo punto imposible cualquier tipo de celebración. Desde entonces, la institución ha procurado adaptar el calendario rociero a la situación y a las progresivas oleadas de la pandemia, viéndose obligada, por ejemplo, a cancelar las peregrinaciones extraordinarias de las filiales o a rezar la Salve a puerta cerrada los fines de semana, para evitar aglomeraciones en la iglesia, entre otras medidas.