Con el rosario de antorchas de los Simpecados se inició la previa de la Magna Mariana
Antes de vivir una jornada histórica como la del 30 de septiembre se proyectó tener, en la noche del viernes, una previa que adentrara a los isleños y visitantes en este magno acontecimiento cofrade.
Es por ello que la Hermandad del Rocío, y para realizar el día después su salida a la Magna desde la Iglesia del Carmen, comenzó a las siete de la tarde el traslado del Bendito Simpecado desde la Parroquia de la Sagrada Familia hasta la Iglesia Mayor. Este traslado estuvo marcado en los instantes iniciales por el fuerte viento de levante que azotó toda la jornada.
A la llegada del Simpecado a la Iglesia Mayor, previo al rosario de antorchas, el resto de Simpecados y estandartes marianos esperaban en el interior de la Iglesia Mayor. El colorido de antorchas alumbraban al Simpecado rociero a la llegada al centro, donde mucho público se congregaba tanto en el interior como en el exterior del primer templo isleño.
Una vez en el interior del templo se comenzó el rezo del Santo Rosario con una oración a cargo de Fray David Alarcón Losa, de la comunidad de Carmelitas de nuestra ciudad. Los Simpeacdos y estandartes marianos fueron saliedno en el orden que al día siguiente estaba prevista la participación en la Magna Mariana, salvo que se invirtió el orden entre las hermandades del Carmen y el Rocío, siendo el del Carmen quien iniciaba el cortejo y el del Rocío el que lo cerraba.
Un buen ritmo llevó al amplio cortejo -en el que no participaron todas las hermandades- por las calles de la trasera del Ayuntamiento de San Fernando buscando la llegada a la Alameda Moreno de Guerra. En este punto y a la salida del cortejo hacia la calle Real llegó quizás el punto negativo del acto, puesto que la interferencia con el Trambahía dejó la imagen de un cortejo que tuvo que desplazarse a un lado para la circulación del mismo. Falta de coordinación que dejó instantes de desconcierto entre los participantes en el cortejo.
Solventado este punto -y con el cortejo en un lateral de la calle Real- se siguió buscando la Alameda del Carmen para la llegada al templo carmelitano donde esperaba la Santísima Virgen en su paso antes de iniciar el traslado hasta la Capilla de la Virgen de la Estrella.
Antes las oraciones junto al Simpecado del Rocío, escoltado por el resto de hermandades en el interior del Carmen, dejando imágenes para el recuerdo de estos momentos en lo que fue la previa de la Magna Mariana en La Isla.