Un fallo de logística deja sin Simpecado el rosario de la Hermandad Matriz del Rocío en Roma
La Hermandad Matriz del Rocío de Almonte celebró el pasado viernes por las calles de Roma un rosario público con motivo de su peregrinación a la Basílica de San Pedro, si bien no pudo hacerlo con su simpecado verde, como estaba previsto, al no haber cumplido la empresa encargada de su traslado con los plazos de entrega. La embajada rociera utilizó para el piadoso ejercicio del rezo del rosario un estandarte de la Virgen Milagrosa de la Orden de los Mínimos.
El rezo se inició en la Basílica de Sant’Andrea delle Fratte y culminó en la plaza de España, ante el monumento a la Inmaculada Concepción de María. En el rosario participó el coro de la Hermandad de Nuestra Señora de Valme.
La ausencia del simpecado, ha empañado uno de los actos principales de la peregrinación. La hermandad ha reclamado a la empresa y espera recuperar cuanto antes la pieza de bordado, una con las que cuenta la hermandad. El presidente de la Matriz, Santiago Padilla, colocó su medalla rociera en el estandarte mariano que presidió el rezo. El infortunio no quita para que con este rosario se haya escrito otra curiosa página histórica de la corporación, ya que la orden de los Mínimos fue la que cuidó de la Virgen del Rocío a finales del siglo XVI y en el siglo XVII.
Misa y recepción en la Embajada
El rosario por las calles de Roma ha cerrado un intenso día de peregrinación que se iniciaba con una misa al mediodía en la capilla de la Inmaculada Concepción, presidida por el rector del Santuario del Rocío y párroco de Almonte, Francisco Miguel Valencia Bando y concelebrada por José Antonio Carrasco Ríos y Juan Alberto Ramírez, capellán de la Hermandad del Rocío de Toledo; con la participación musical del coro juvenil de la Hermandad del Rocío de Sevilla, que se encontraba estos días en la ciudad eterna. En el momento de la acción de gracias se ha dado lectura a un mensaje del Papa Francisco de salutación y bendición a los peregrinos.