Tras la celebración el pasado año del XXV aniversario de la hermandad y la salida en la jornada de domingo, este año la Hermandad del Rocío de San Fernando volvió al lunes de salida, el lunes -una semana antes de la salida de la Virgen- en la que los rocieros isleños comienzan su peregrinar hasta la Blanca Paloma.
Una jornada que comenzaba minutos antes de las nueve y media de la mañana con la apertura de las puertas del templo por parte del Hermano Mayor, Moisés Posada, de cara a una nueva Misa de Romeros que contó como habitualmente con muchos hermanos y devotos. La celebración eucarística estuvo oficiada por el Rvdo. P. José Manuel Carrrascosa Moreno y el Coro ‘Romeros de La Isla’ fue quien acompañó musicalmente.
Al finalizar la celebración religiosa el propio Hermano Mayor llevó el Simpecado desde el presbiterio hasta el exterior del templo para ser entronizado en la blanca carreta. Desde aquí, desde el barrio de la Bazán, comenzaba el tradicional recorrido por las calles de La Isla que lo llevaría hasta despedirse de nuestra Patrona, la Santísima Virgen del Carmen Coronada.
Pero antes de eso algunas paradas habituales ya en este camino por el centro de la ciudad. La primera de ellas llegaba en la Iglesia Mayor donde los rocieros se despedían de las hermandades de San José, Medinaceli y Nazareno antes de proceder al encendido de una de las velas que alumbran al Simpecado con el lema de ‘Lágrimas de vida’.
Tras esto el paso por la calle García de la Herrán quizás uno de los lugares de reunión rocieros todo el año en la Abcaería ‘La Cañaílla’ y más tarde el paso por el ayuntamiento para recibir de la alcaldesa, Patricia Cavada, la bandera de la ciudad. Desde aquí, el paso y despedida de la Castrense -donde no estuvo su párroco- y de los colegios de Miramar y la Compañía de María al igual que lo hicieran en las inmediaciones de la calle Colón con el alumnado de las Carmelitas -Vedruna-.
La útlima parte del recorrido fue para la despedida en el Carmen de la Patrona. Allí esperaba la comunidad de Padres Carmelitas así como la Archicofradía del Carmen. Ante la Patrona se entonaron las últimas sevillanas y los últimos vivas antes de encaminarse hasta el Parque Sacramento donde los rocieros han realizado el rengue de mediodía. Ya parten hacia Sanlúcar de Barrameda para pernoctar en Piletas, lugar de inicio de un nuevo camino por el Coto de Doñana.

