Semana Santa provincia de Cádiz

La Virgen de los Santos congrega un año más en Alcalá a miles de fieles con motivo de su romería



Nuevamente miles de fieles y devotos de Nuestra Señora de los Santos de Alcalá de los Gazules cumplieron con su tradicional visita al santuario para acompañar a la patrona de los alcalaínos en su salida en romería por el interior del olivar anexo.

Unos a pie, otros a caballo, en vehículos particulares y en autobuses se desplazaron a este rincón del interior de la comarca de la Janda, unos movidos por la fe y otros por la fiesta que tras la procesión se organiza en los cuartos alquilados para la ocasión o en los terrenos próximos a la ermita, donde familias enteras se desplazan para vivir esta jornada de hermandad.

Como cada año, pasadas las 10.00 horas de la mañana, a la altura de la Cruz de la Explanada, el hermano mayor de la Hermanad de la Virgen de los Santos, Arsenio Cordero, junto al resto de miembros de su junta, daban la bienvenida a los representantes de las peñas Amigos del Camino y La Canastera, además de la Asociación de Jinetes San Jorge, que llegaron al unísono con el Simpecado llevado en una carreta tirada de un vehículo todoterreno.

Todos juntos realizaron tanto el camino hasta la ermita, un recorrido que estuvo amenizado en todo momento por el sonar de la flauta rociera y el tamboril que portaba José Carlos Lozano, que es quien realiza este cometido desde hace una década.

La función religiosa de las 11.00 horas fue como cada año multitudinaria, al contar con una mayor presencia de devotos, las autoridades locales y las romeras mayor y sus damas de honor. Una misa que estaba dedicada a los grupos parroquiales y que fue presidida por el párroco de San Jorge y director espiritual de la Hermandad de los Santos, Tomás Díaz Artola.

Sobre las doce del mediodía se abría la puerta lateral del santuario que comunica el altar mayor con el paso con el que procesiona la patrona de Alcalá. En una maniobra no exenta de complicación y a los sones del himno nacional, el pequeño paso de la Virgen fue desplazado hasta el lugar en el que queda anclado para su salida a hombros por el olivar. Una labor que desempeñan en su mayoría mujeres que ocupan ahora el mismo lugar en el que años atrás estaban sus madres u otros familiares.

Tras el paso por el olivar, los jinetes en sus monturas saludaban en la Cruz de la Explanada a la Virgen. Una vez que la imagen regresaba al santuario, llegaba la bendición del rancho, del que se encargan ahora los tres hijos y un nieto de Francisco Torres “Paco Paneca”, quien durante varias décadas se encargó de la elaboración de este guiso que ahora realiza su hijo, Juan Torres Sánchez.