La Virgen de las Mercedes reivindica la vida cofrade más allá de la Magna Mariana
La Virgen de las Mercedes procesionó, como en los últimos años, en su festividad del 24 de septiembre por las calles del centro de San Fernando. A las seis y cuarto de la tarde comenzaba a discurrir el cortejo que antecedía a la Santísima Virgen, Titular mariana letífica de la Hermandad de los Desamparados.
Junto a representaciones de distintas hermandades de la parroquia de San Francisco los hermanos de la gremial de Sanidad antecedían al paso que estaba portado por la cuadrilla de hermanos cargadores con José Antonio de la Cruz como capataz. Las composiciones musicales estuvieron a cargo de la Banda de Música de la Hermandad del Nazareno, con un repertorio muy acorde a esta procesión de gloria.
La procesión, aún teniendo el inconveniente de cruzar el paso de la calle Real en varias ocasiones, no tuvo incidencias al respecto con el paso del Trambahía, algo que hizo la procesión muy cómoda de ver. Si cambió el paso por la Vaticana y Castrense de San Francisco. A diferencia de otros años el paso no encaró la puerta principal del templo sino que paró en la puerta lateral, donde la presidencia entró para hacer la ofrenda al Santísimo.
El recorrido de regreso estuvo marcado por la buena afluencia de público en todo momento, que se incrementó en el momento más álgido de esta procesión que no es otro que la bajada de la calle San José, en los instantes previos a su recogida.
En una jornada en la que todo apuntaba y nos recordaba la llegada de la procesión Magna Mariana en tan solo seis días, la Virgen de las Mercedes procesionó en su festividad, algo que volverá a hacer junto a la Virgen de los Desamparados en el citado acontecimiento magno.