Hace cien años San Fernando se preparaba para un acontecimiento histórico: la proclamación de la Santísima Virgen del Carmen como Patrona de la Ciudad. En este 2021 para conmemorar esta efemérides los cofrades del Carmen han ataviado a la Santísima Virgen a la usanza de aquellos días del mes de julio de hace cien años.
Es la misma que se puede admirar en las distintas fotografías del Archivo Quijano que se exponen durante estos días en la Plaza del Carmen en una recopilación de lo que fueron aquellos días para San Fernando y la Hermandad del Carmen.
Destaca del atuendo además del conjunto de hábito, escapulario y capa de gran valor artístico, pero especialmente la toca de sobremanto de la Coronación Canónica una pieza singularísima que debido a su estado de conservación no se usa habitualmente.
Desde esta mañana y hasta el próximo domingo 18 de julio la Santísima Virgen del Carmen se podrá venerar en el centro del presbiterio del templo carmelitano a la altura de los fieles.
Esta disposición se viene haciendo históricamente en la noche del 14 al 15 de julio para que la Patrona estuviera cerca de los hermanos, fieles y devotos con motivo de la presentación de los recién nacidos en el último día de la Novena. Esta circunstancia se ha mantenido este año aunque no se realizará dicho acto.
Tras el 16 de julio y los fastos por la festividad de la Virgen del Carmen no finalizará la semana puesto que el sábado 17 de julio se llevará a cabo el acto institucional con motivo del Centenario del patronazgo de la Virgen del Carmen sobre San Fernando.
Atavío con historia y enjundia
La Santísima Virgen se asemeja a esas estampas de hace un siglo. Para ello viste el terno rico de salida, cuyos bordados originales se realizaron entre 1889 y 1891 por un grupo de «señoras y señoritas isleñas» dirigidas por Dña. Leonor Almeyda. También destaca el uso de la mantilla, conocido popularmente como «de la coronación» por ser la que llevó ese día. Sin embargo, hay documentos gráficos que delatan que la prenda es anterior, pues las fotos que se conservan de la Virgen bajo templete, es decir, antes del estreno del nuevo palio diseñado por Accame, en 1921, ya permiten ver la mantilla.
En el catálogo Insula Fidei de patrimonio, recientemente editado, se plantea la hipótesis de la datación de la mantilla en los primeros años del s. XIX. Lo que sí es cierto es que es una pieza patrimonial muy desconocida pero de gran valor artístico y técnico, pues se encuentra realizada mediante una compleja técnica de deshilado de un fino tejido de algodón blanco, con el que se crea un tachonado de elementos cuadrangulares, de pequeño formato, que posteriormente se enriquecieron con lentejuelas y canutillos de plata sobredorada, así como de pequeñas perlas, lo que aporta una mayor vistosidad y riqueza a la pieza.
El uso de esta pieza es muy limitado debido a su delicado estado de conservación. Sin embargo, con motivo del centenario del Patronazgo, la Junta de Gobierno junto a Juan Guerrero -vestidor de la Virgen- decidieron, muy acertadamente, recuperar puntualmente el uso de esta característica prenda de la forma en que se hacía hace un siglo.