La lluvia impidió que los Titulares de Humildad y Paciencia se reencontraran con las calles de su barrio
Humildad y Paciencia fue la segunda de las hermandades del Domingo de Ramos en suspender su salida procesional. Y lo hizo tras pedir una ampliación de una hora sobre su horario de salida una vez ya se conocía la suspensión de la salida procesional de la Hermandad de Cristo Rey.
La Junta de Gobierno de Humildad y Paciencia quiso en todo momento dar toda la información tanto a sus hermanos, cargadores, músicos, medios de comunicación o el público que esperaba en el exterior de San Servando y San Germán. Un público que conoció no solo ese tiempo de demora sobre la salida sino también la noticia de la definitiva suspensión de la salida procesional una vez los partes meteorológicos eran claros: llovería durante la tarde-noche.
Y así fue. Puesto que la hermandad una vez decidida la suspensión de la salida quiso abrir las puertas del templo para acercar a sus Titulares a los hermanos, fieles y devotos que se encontraban en el exterior del templo. Las cuadrillas de la JCC -Jóvenes Cargadores Cofrades- realizaron sendas trepás para acercar tanto el paso de misterio de Humildad y Paciencia como el palio de la Virgen de las Penas hasta el dintel mientras sonaban las marchas de la Agrupación Musical Ecce-Mater de Cádiz y la Banda de Música de Agripino Lozano respectivamente.
Momentos emotivos en los que las lágrimas de los hermanos de la Ardila recorrieron sus rostros, algo recurrente desde el momento en el quese anunció la suspensión de la salida. El reencuentro que no se produjo entre los Titulares de Humildad y Paciencia y las calles del barrio de la Ardila debido a la lluvia aunque la hermandad planteó salir por las calles del barrio algo que finalmente se obvió por los pronósticos negativos.
El templo de la Ardila quedó con sus puertas abiertas recibiendo a los cofrades hasta la medianoche, cuando el Domingo de Ramos puso su fin en un año en el que Humildad y Paciencia y Penas no salieron a las calles.