Santa Elena volvió a reunir a los cofrades de La Isla en el tercer sábado de mayo
La Hermandad de Santa Elena volvió a realizar su salida procesional coincidiendo con el tercer sábado del mes de mayo en lo que es la segunda hermandad letífica que lo hace tras la salida el pasado 1 de mayo del Patrón San José.
Las puertas del templo de San Francisco se abrieron poco después de las seis y media dela tarde para dejar ver un pequeño cortejo en el que destacan cada año los más jóvenes, los niños que con codales abren el paso a la Santa Emperatriz.
Tras los más pequeños las representaciones de las hermandades del Carmen, San José y Nazareno, así como la bandera y libro de reglas de esta corporación. Mientras el cortejo comenzaba a salir y cuando la banda de música de la Hermandad del Nazareno interpretaba desde el exterior la composición “Pescador de hombres” el paso de Santa Elena, portado por una cuadrilla de hermanos, se comenzaba a mover dentro del templo castrense.
La primera levantá estuvo a cargo del pregonero de las Glorias, Luis de Celis Sirviente, la cual llevó el paso hasta la mitad de la nave central del templo. Allí uno de los momentos más emotivos de la tarde-noche, una lenvatá a cargo de la familia de José Rodríguez Cortejosa “Chiqui”, componente de la Agrupación Musical Virgen de las Lágrimas y fallecido recientemente. Además Chiqui era hermano fundador de Santa Elena y por ello la hermandad quiso tener este detalle con su familia. Tras la levantá el paso anduvo por el interior del templo con el único sonido de un tambor en referencia al que fuera el rufante más reconocido de San Fernando.
La salida del paso, con los sones del Himno Nacional y de la marcha “La Caridad del Arenal” ponían al cortejo dentro de la calle Faustino Ruiz, en la cual se notó el fuerte viento que ha estado azotando la costa gaditana en los últimos días. De todos modos este viento aminoró cuando el cortejo enfiló las primeras calles del itinerario que sirvieron para dedicar levantás al propio párroco y director espiritual de la hermandad, Rvdo. P. Gonzalo Núñez del Castillo, y a las hermandades que acompañaban -Expiración también en la presidencia además de las citadas anteriormente- a esta corporación.
Las marchas se sucedían hasta llegar el paso por la Alameda Moreno de Guerra, una de las citas más importantes de esta corporación en las calles isleñas. De aquí hasta la calle Lezo y San Bruno para de nuevo retomar el paso por Comedias hasta la recogida, minutos más tarde de las once de la noche en el templo de San Francisco.
En la última parte del recorrido sonaron marchas como “Mi Amargura”, “Rocío” o “Hosanna in excelsis” con la que se recogió Santa Elena en una noche ya cerrada con un leve cambio de temperatura que hizo recordar el frío comienzo de una primavera que ya parecía olvidada. (ISLAPASIÓN).