Opinión - El cabildo

OPINIÓN: “Las cofradías según Mósig” – ‘El cabildo’

Recientemente llegaba a mis
manos el libro sobre la historia de la hermandad del Nazareno, cuyo autor es el
historiador e investigador isleño Fernando Mosig Pérez. Solo ojearlo es
suficiente para poder decir que una vez más nos encontramos ante una
publicación en la que Mósig ha vuelto a poner de manifiesto su enorme talento y
su ilimitada capacidad de trabajo, instrumentos con los que ha conseguido
recomponer de forma casi artesanal el devenir histórico de una corporación
cuyos archivos presentaban no pocas lagunas.

Es esta obra su decimotercera
publicación (además de innumerables artículos y colaboraciones) y va siendo de
justicia reconocer y recordar sus importantes aportaciones a la historiografía
de las hermandades en particular y de la propia ciudad en general. Son ya más
de veinte años de rigurosas y metódicas investigaciones en los más variados
archivos y donde ha puesto de manifiesto que el que busca (sabiendo lo que
busca y cómo buscar), encuentra. Se podría concluir que su labor está siendo tan
importante que no resulta descabellado afirmar que hay un antes y un después de
Fernando Mósig en cuanto a la historia de nuestras corporaciones se refiere.

 

Gracias a sus investigaciones
hemos podido conocer la existencia de antiguas hermandades hoy extintas; pretéritas
devociones letíficas; templos de los que poco o nada se sabía; fechas
fundacionales gracias a las cuales se están celebrando efemérides; y la autoría
de no pocas imágenes, tanto titulares como secundarias. Incluso es el
responsable de dar a conocer lo que podríamos denominar una escuela carraqueña
de imaginería, de cuyas gubias surgieron muchas de las efigies que hasta hace
poco se consideraban anónimas.

Pero lo publicado, lo
divulgado, no es más que una pequeña muestra del resultado de su trabajo.
Conozco de primera mano el borrador de todo un tratado de varios tomos  sobre la Semana Santa isleña que estuvo a
punto de ver la luz por iniciativa del Consejo de Hermandades que presidía
Manolo Muñoz. Se había conseguido hasta la financiación gracias al patrocinio
de una entidad bancaria pero movimientos inesperados hicieron que el proyecto
quedara en el cajón. El compendio que posteriormente se publicó (con el
misterio de Afligidos en su portada) no fue más que una selección de ese
tratado. Quién sabe si sería posible que el actual Consejo pudiera retomar el
tema y dotar a la Semana Santa de nuestra ciudad de la publicación que su
categoría merece.

Otra destacada aportación de
Fernando ha sido ayudar al conocimiento de la historia de la ciudad a través de
sus libros y artículos sobre cofradías. Y es ahí donde su talento no está
siendo aprovechado convenientemente. Ahora que estamos en tiempos de distintas
efemérides locales, desde el Ayuntamiento se podría impulsar la elaboración de
una historia rigurosa y científica de nuestra ciudad que sustituyera a las ya
archiconocidas pero quizás desfasadas de Clavijo, Monfort y otros autores,
voluntariosas todas ellas pero carentes de rigor científico. Y qué mejor
persona para llevarla a cabo que Fernando Mósig.

Son solo ideas que ojalá se
llevaran a cabo e impidiera que su recientemente anunciado retiro en cuanto a
temas locales se hiciese realidad. Ni las hermandades, ni la propia ciudad se
pueden permitir ese lujo.

Felices Fiestas.