Hermandad del Carmen

La Alcaldesa Perpetua recibe los primeros besos y felicitaciones de los isleños

Doce de la noche. Desde hace bastantes minutos los bancos de la Iglesia del Carmen están llenos de fieles. No se escucha un murmullo. Es la devoción silente a la Patrona que se ve en cada mirada que desde esos bancos se clava en un mismo punto como epicentro devocional de La Isla.

La Virgen está en el altar mayor y ha bajado desde el lugar que ha ocupado durante estos días de Novena. La luz es tenue y las autoridades van ocupando los primeros bancos.

Como de costumbre una amplia representación militar que rinde honores a su Patrona. Entre la representación de la ciudad la gran ausencia de la alcaldesa Patricia Cavada –por segundo año consecutivo en este acto- aunque el consistorio estuvo representado por varios ediles encabezados por el primer teniente de alcaldesa, Francisco Romero.

Pero lo importante. Suenan las doce en el reloj y el rezo por parte de la comunidad carmelita da inicio al acto. Ya es el día de la Virgen. Y tras la felicitación por parte del Almirante de la Carraca -en la que recordó especialmente a los marinos que defienden a la Patria fuera de nuestras fronteras- llegó la felicitación de la ciudad por parte de Francisco Romero. 

Romero hizo una felicitación isleñísima marcada por el recuerdo a los tres pilares fundamentales -Comunidad carmelita y hermandad, Armada y pueblo isleño- con retazos personales que coparon todo el texto.

Las palabras callan y comienza el rezo de la Salve. Es la forma que tiene La Isla de felicitar a su Madre. Del órgano salen las primeras notas y es como la mejor llamada a la oración posible. 

Se reza la Salve y se abre el Besamano. Ya es 16 de julio, ya está la Virgen del Carmen más cerca de sus fieles. La Isla felicitó a la Patrona y la Virgen del Carmen volvió a felicitar a La Isla. (ISLAPASIÓN).