Editorial

Editorial: ‘¡Qué mala suerte!’

¡Qué mala suerte tiene La Isla! Parece una constante. Cuando recae un sacerdote bueno, pronto se va. Pasó antes, pasa hora y seguirá pasando. Parece una constante que desde el Obispado de Cádiz y Ceuta cuando un sacerdote engancha con la feligresía, cuando no es sectario ni autoritario, cuando es cercano, amable, vamos un buen sacerdote y buena persona, lo cambian pronto de sitio. Que no quiere decir que todo lo que se quede sea malo, pero…

Y es lo que ha pasado en estos días con la marcha del Rvdo. P. Daniel Robledo Pérez de la Iglesia Mayor. Tan solo tres años, tres cortos años que comenzaban con el final de la pandemia y que finalizan ahora cuando era querido en todos los grupos parroquiales, respetado por ser una persona justa y leal, y por haberse ganado el cariño de todos, de todos los carismas que tiene un templo como la Iglesia Mayor, sin excepciones. Por eso mismo el pasado viernes el primer templo de la ciudad estaba lleno. Y es que tres años sobran para conocer cuando una persona es buena y realiza su trabajo conforme a lo que se le pide.

¡Qué mala suerte tiene La Isla! Que siempre se nos van los buenos.