Un Corpus multitudinario pone fin a una completa semana eucarística
Mucho público en todo el recorrido. Quizás sea el análisis más recurrente tras recogerse en la Iglesia Mayor la procesión del Corpus Christi. Y es que el buen tiempo -sin elevadas temperaturas y con una brisa que acompañaba a estar en las calles del centro- y la ausencia de eventos deportivos -como ha sucedido en algún año- que coincidiera en el mismo horario ha propiciado que muchos isleños acudan a ver la procesión en cada una de las partes del itinerario.
Antes de las seis de la tarde la Iglesia Mayor se llenaba de fieles que abarrotaban el templo -incluso con sillas en los laterales- para participar de la Solemne Función que ha presidido el Arcipreste de San Fernando, el Rvdo. P. Gonzalo Núñez del Castillo, acompañado de parte del clero local.
Una celebración eucarística que ha contado con una gran participación de cofrades, así como de los representantes militares, civiles y religiosos que posteriormente han participado en la procesión del Corpus.
Una vez se comenzaba a distribuir la comunión la cruz parroquial y los ciriales se abrían paso por la Plaza de la Iglesia para anteceder al cortejo más numeroso de los que discurren por nuestra ciudad en todo el año. Tras la Cruz parroquial y en el primer tramo del cortejo -que finaliza con el paso de San José- formaban los niños y niñas de Primera Comunión, las agrupaciones parroquiales y las hermandades de gloria.
El paso de San José -portado por su cuadrilla de hermanos- bellamente exornado comenzaba su discurrir por la Plaza de la Iglesia que acogía a un buen número de fieles.
Tras el paso de San José el segundo de los tramos, -que finaliza con el paso de la Virgen del Carmen Coronada- lo componían las hermandades de penitencia no sacramentales en orden de antigüedad desde la Hermandad de las Tres Caídas hasta la Hermandad de la Soledad así como los fieles que acompañan a la Virgen del Carmen y el cortejo propio que antecede a la Patrona. Un cortejo que en ocasiones tuvo distintos cortes, siendo los únicos que se registraron en todo el recorrido.
El paso de la Patrona recogía por momentos algunos de los aplausos de los fieles a su paso como también ocurrió cuando llegó de regreso a la Iglesia Mayor donde los fieles cantaron la Salve Marinera.
El tercero de los tramos -el que antecede a la Custodia- estuvo compuesto como es costumbre por las hermandades sacramentales, los distintos grupos de adoración -nocturna y perpetua-, los representantes de los colegios profesionales y otras instituciones de la ciudad como la JCC, el Consejo de Hermandades o la representación de la Policía Local y Nacional entre otros. Destacó en esta parte del cortejo la ausencia de instituciones que participaron en el Corpus en años anteriores como la Real y Benemérita Institución de los Caballeros Hospitalarios Españoles de San Juan Bautista.
Tras este grupo y antecediendo al paso de la Custodia se pudieron ver a los sacerdotes que conforman el arciprestazgo local -no todos-, la escolanía acompañada de instrumentación y el cuerpo de acólitos con dalmáticas junto al lábaro de la Archicofradía de Medinaceli que anuncian la llegada del tercero de los pasos que conforman este cortejo, la Custodia.
El último de los tramos del cortejo -el séquito tras la Custodia- lo iniciaba el Arcipreste de la Ciudad que antecede al palio de respeto y al que siguen las autoridades militares -el Excmo. Sr. General del TEAR acompañado de las Comisiones Militares- y civiles -Corporación Municipal bajo mazas, presidida por la Ilma. Señora Alcaldesa-.
El cierre del cortejo lo han conformado -como en las últimas ediciones- las Fuerzas Armadas con la Unidad de Música del TESUR de Infantería de Marina y la Compañía de Honores de la Infantería de Marina.
El cortejo comenzó a salir cinco minutos antes de las siete de la tarde mientras el paso de la Custodia llegaba de nuevo a las inmediaciones de la Iglesia Mayor minutos antes de las nueve de la noche. En dos horas recorrió el cortejo el itinerario tradicional del Corpus en un ritmo bastante mejor que en años anteriores.
Comenzaba entonces la Bendición con Su Divina Majestad a cargo del Arcipreste de San Fernando tras la cual sonó el Himno de España y se llevó a cabo la retirada de las fuerzas militares. Con la reserva y la despedida de las autoridades finalizó un Corpus multitudinario que puso punto y final a una semana eucarística completa. (ISLAPASIÓN).