La Virgen del Rocío, la dolorosa de la calle Santiago, ya está coronada. El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, ha colocado sobre sus sienes la nueva presea a las 11:42 de este sábado 5 de julio de 2025, fecha escrita en oro en la historia de esta hermandad que, pese a su juventud (no alcanza ni el siglo de existencia), se ha convertido en un referente de las cofradías sevillanas por la gran pujanza de la que disfruta las últimas décadas. Como ha mencionado el prelado hispalense en la homilía pronunciada minutos antes, la coronación es «la muestra de una devoción viva que sigue atrayendo a jóvenes».
La romería del Rocío y la Semana Santa. Unir las dos manifestaciones religiosas más importantes de Andalucía era uno de los principales fines que se propuso la comisión encargada de esta coronación. Y así ha sido. Las dos fiestas han estado presentes en la ceremonia que ha comenzado a las once de la mañana en el trascoro de la Catedral, debido a la restauración del Altar del Jubileo, donde han tenido lugar este tipo de acontecimientos desde 1999, cuando se coronó la Virgen de la Estrella. Romería y cofradías desde el principio, en el acompañamiento musical, en el altar y en la vivencia de muchos de los presentes.
Se iniciaba el oficio religioso con la procesión de entrada, en la que la nueva corona -una portentosa obra con diseño de José Delgado y ejecución de Jesús Domínguez- era portada, entre otros, por el presidente del Consejo de Hermandades de Sevilla, Francisco Vélez; el presidente de la Hermandad Matriz de Almonte (madrina de la coronación), Santiago Padilla; y el anterior presidente de esta corporación y comisario de la coronación, Juan Ignacio Reales. Lo hacían a los sones de una melodía muy reconocida para todos los rocieros, tantos los que se echan a andar por las arenas cada Pentecostés como los que se cubren con el antifaz de terciopel verde los Lunes Santos, La Procesión del Rocío, compuesta por Joaquín Turina en 1912.
La música ha sido, sin duda, uno de los rasgos inconfundibles de esta ceremonia. En ella se han unido los violines y las guitarras. Lo solemne y lo popular entremezclado con las voces de componentes de los coros de las hermandades rocieras de Triana, Sevilla, Sevilla-Sur, el Cerro, la Macarena y La Puebla del Río. Todo ello acompañado por una orquesta sinfónica con la dirección de Claudio Gómez. Sones que hacían recordar la misa de cada domingo de Pentecostés en la marisma. También se han estrenado para este coronación un juego de casullas, con bordados en los que aparecía el lema, Rocío del Cielo.