La programación del Corpus llega a su ecuador, como cada año, con la Exaltación de la Eucaristía. Un acto, que debería ser de la ciudad, de los movimientos eclesiásticos de San Fernando, pero que la realidad marca que está para y por los cofrades (los que van, que tampoco son muchos).
A las ocho de la tarde comenzaba este acto que se inicia con la exposición de Su Divina Majestad a cargo del Arcipreste de San Fernando, el Rvdo. P. Gonzalo Núñez del Castillo. Tras esto dio comienzo la exaltación que este año estuvo a cargo de Manuel Ángel ‘Mane’ Cano Vélez.
Una disertación en prosa en su totalidad que quiso recordar momentos de su infancia y juventud que ha ido relacionando con la presencia de Cristo vivo en la eucaristía. Desde el Colegio de La Salle pasando por su etapa de joven en el Carmen -como parte de la propia hermandad- hasta recuerdos de su propia boda con un canto litúrgico adaptado por Mocedades que fue, hace algunas décadas, muy sonado.
Entre estas reflexiones del ayer, vivencias del hoy, como Cristo también se nos da a conocer y se nos presenta en el día a día, pasando por referencias ineludibles como la de la Hermana Cristina de Jesús Sacramentado.
Tras la exaltación se ha procedido a la procesión claustral y reserva de Su Divina Majestad. En la misma cofrades de distintas hermandades han portado cirios (¿apagados?) que antecedían al palio de respeto en el que el propio Arcipreste sostenía la Custodia.
Finalizaba de esta manera el tercer día de los actos del Corpus, una semana que continuará con distintas refrencias hasta el propio domingo, Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo que finalizará con la procesión eucarística y el traslado de regreso de la Virgen del Carmen a su templo.
