La Virgen del Carmen llegó a la Iglesia Mayor para el Corpus contra viento, coches y tranvía
Cada año la presencia de la Virgen del Carmen en la procesión del Corpus Christi se hace más dificultosa. Y es que cada vez el transitar con una procesión por la calle Real se hace más complejo. Prueba de ello es el traslado que realizó ayer la Patrona hasta el primer templo de la ciudad. Reuniones previas que al final dejaron el recorrido en el mismo que el pasado año, poco vistoso y obligado por la circulación del Trambahía, llevando a la Patrona por la Alameda del Carmen, San Joaquín, Benjamín López, Arnesto, Marismas y por Colegio Naval Sacramento hasta Cecilio Pujazón, Calderón de la Barca y Cayetano del Toro.
Pero aquí el segundo de los inconvenientes de la jornada. Al Trambahía se le sumó la imposibilidad de retirada de vehículos en la calle Cayetano del Toro, para poder seguir por el recorrido acordado por esta calle hasta General García de la Herrán, al parecer una falta de sincronización en el dispositivo hizo que la hermandad minutos antes de salir tuviera que tomar la decisión de cambiar su itinerario. Tras Cayetano del Toro bajar por General Serrano y seguir por la calle Las Cortes hasta ya sí la confluencia con la calle General García de la Herrán y regresar por Rosario y la Plaza de la Iglesia. Mismo cambio, exactamente igual, que el Lunes Santo de 2022 que afectó a las hermandades de Afligidos y Ecce-Homo y por el mismo motivo.
Y a todo esto se sumó una tarde de inicio de viento de levante en nuestra ciudad. Algo que fue marcando desde la salida la tarde-noche junto a la Patrona. Pero ante las vicisitudes, ante los inconvenientes, los fieles junto a la Virgen del Carmen que estuvo muy arropada en el recorrido y que consiguió, en la calle García de la Herrán quizás el mejor de los momentos a los sones de la marcha ‘Rocío’ por parte de la Banda de Música de Agripino Lozano que cuajó una buena jornada tras la Patrona.
La cuadrilla de José González García realizó, de nuevo, un titánico esfuerzo, para llevar en dos horas a la Santísima Virgen hasta la Iglesia Mayor. Un tiempo medido, como el del Trambahía, que obligó a una entrada forzada en el primer templo de la ciudad, por la premura de tiempo y dejó a la formación musical sin interpretar la ‘Salve marinera’ como es costumbre. Los fieles no lo olvidaron y con la Virgen del Carmen ya superando el dintel de la Iglesia Mayor lo entonaron.
Ya en el interior de la Iglesia Mayor la Hermandad de San José recibió a la Patrona, en un templo en el que ya el Arcángel San Miguel estaba entronizado en su paso como preámbulo de una nueva jornada de Corpus.
