La Isla entera se encomienda a su Patrona en el día de su festividad
Decir 16 de julio en La Isla es decir Carmen. Es hablar de Función, besamanos y procesión. Es la Iglesia conventual, los escapularios, los jóvenes y las señoras mayores. Es una Virgen de tirabuzones y es sin duda la devoción mariana más grande de San Fernando.
El aforo completo muchos minutos antes de comenzar la eucaristía, que se inició algo más tarde de lo esperado, eran las 11:10 horas. Y desde aquí calor y mucha devoción. Una ceremonia que presidió Fray Francisco Antonio Gutiérrez del convento de nuestra Ciudad y que estuvo arropada también por el resto de la comunidad carmelita y algunos sacerdotes del Arciprestazgo incluyendo también al cañaílla Alfonso Gutiérrez Estudillo, Párroco de la de San José de Cádiz.
El acompañamiento musical corrió a cargo del Ensemble Jubilate Deo que subió el listón si cabe un pasito más con respecto a la actuación de la medianoche en la que hacen que estos actos de culto incorporen la solemnidad que requieren también en el apartado del acompañamiento musical. José González García, al órgano, completó esta sección.
A la Solemne Función acudieron representaciones de distintas hermandades y cofradías, junto al Consejo local de hermandades y la corporación municipal en la que se ausentó en este caso la alcaldesa, Patricia Cavada.
Pero ni las asistencias ni las ausencias del protocolo. Lo verdaderamente importante quedaba sobre una peana, con bastones de mando a sus pies y flores en tonalidades amarillas y anaranjadas. La Santísima Virgen luciendo una estampa similar a hace ahora cien años en conmemoración de los días que la llevaron hasta la proclamación como Patrona de nuestra Ciudad.
Tras el canto de la Salve marinera, los vivas de Fray David Alarcón y unos minutos de aplausos, la Santísima Virgen quedó expuesta a la veneración extraordinaria de los fieles que han ido pasando durante todo el mediodía y se espera que durante toda la tarde hasta llegar a las ocho cuando se cerrará la veneración para la celebración eucarística.
La jornada finalizará con el concierto por parte de la Banda de Música de la Asociación Cultural Maestro Agripino Lozano que con la interpretación de distintas marchas pondrá el punto y final a un nuevo 16 de julio.
