Juan José Castiñeiras encuentra en la cruz de cada día el sentido del crucificado del barrio del Santo Cristo
La Hermandad de la Vera-Cruz celebró ayer una de las festividades más importantes dentro de su calendario de cultos, la Exaltación de la Cruz. Una jornada, la del 14 de septiembre, en la que los hermanos cruceros participan de una Solemne Función que este año comenzaba a las ocho de la tarde y fue predicada por el Rvdo. P. Mario Luis Almario Martín estando el acompañamiento musical a cargo del ensemble ‘Jubilate Deo’.
Tras la celebración religiosa se desarrolló una nueva edición de la Exaltación de la Cruz que en este año estuvo a cargo del cofrade isleño Juan José Castiñeiras Bustillo, que fue presentado por el Hermano Mayor del Nazareno, José Fernández Mora.
En su disertación Juan José Castiñeiras quiso comenzar describiendo distintas situaciones, de la vida misma, que podían tener algún nexo en común, y que mostraba distintas facetas de personas cualesquiera, en la que la cruz sobresalía en distintas formas, momentos y circunstancias.
Tras esto el pregón estuvo dividido en distintos episodios o capítulos entre los que el pregonero fue interconexionando distintas visiones de la fe, la sociedad y especialmente la presencia de Dios en todos los momentos. La aceptación de la cruz de cada día, de la impuesta por Dios y la forma en la que afrontarla, pasando por recuerdo a cofrades fallecidos y la lucha de sus padres por superar la pérdida.
Un gran aplauso cortó la intervención del pregonero al contar la experiencia de la madre de un hijo con una enfermedad degenerativa. Todo un ejemplo de afrontar esas cruces a las que tanto aludió Castiñeiras en su pregón.
Antes de finalizar un apunte musical con versos, con José González García al piano para rematar en una aproximación a la cofradía de la Vera-Cruz en su salida en Miércoles Santo.