Como el camino que una semana antes del Lunes de Pentecostés recorre la ciudad de punta a punta. Así marcó el pregonero de las Glorias de 2018, José Luis Cordero Baro, su exaltación para abrir la espera del tiempo letífico en San Fernando.
El acto, que se llevó a cabo en la capilla del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, dio comienzo ayer a las nueve de la noche con una gran acogida de los cofrades de la ciudad que no quisieron perderse este aldabonazo al tiempo de Glorias que comenzó tras descubrir el cartel -obra del isleño Sergio Gutiérrez Blanco- relativo a estos meses de procesiones.
Una fotografía trasera de detalle del cayado pastoreño sobre el cielo agosteño de La Isla que ya anuncia desde ayer las Glorias en San Fernando.
Tras ver el cartel tomó la palabra la presentadora del pregonero, Mónica Orihuela Traverso, Vice Hermana Mayor de la Archicofradía de Medinaceli que en unas sentidas palabras anunció el inicio de la exaltación en un acto que contó con la presencia del Arcipreste de la ciudad -el Rvdo. P. Gonzalo Núñez del Castillo-, el párroco del Santo Cristo -el Rvdo. P. Rafael Pinto Vega-, así como una representación de la corporación municipal con el quinto teniente de alcaldía -Ignacio Bermejo- como máximo representante.
Cordero Baro tomó la palabra para iniciar una exaltación en el que la prosa, el verso y los recursos rocieros -piteros, guitarras y coro- fueron de la mano para anunciar que el próximo 1 de mayo dará comienzo este tiempo que se alargará por durante varios meses hasta la salida de la Copatrona en agosto.
Y es que como decíamos en el comienzo de esta crónica el pregonero llevó a los presentes a ese lunes previo al de Pentecostés. A ese lunes en el que los rocieros isleños recorren la ciudad haciéndola como dijo hermandad y a la hermandad haciéndola ciudad al completo.
Desde la Sagrada Familia pasando por la Iglesia Mayor, San Francisco y el Carmen sin olvidar a la Divina Pastora en un pregón marcado por la Resurrección como primera etapa de la Gloria y sentido de todo lo que ahora vendría.
No faltó en el Pregón la referencia a la Agrupación Parroquial de la Reina de los Ángeles a la que el pregonero vaticinó un futuro próximo en forma de hermandad de Gloria, así como tampoco faltaron referencias a otras procesiones de Gloria como la de la Virgen de las Mercedes de la Hermandad de los Desamparados.
Un pregón con mensaje -referencia a la donación de órganos mediante la campaña «Lágrimas de vida»- y con claras alusiones a la religiosidad popular como «hospital de campaña» para acercar a Dios y la Iglesia a los que están alejados.
Pero un pregón de versos. De sentimientos. Un pregón de un cofrade de penitencia que con el paso de los años conoció a las hermandades de Gloria a través del Rocío y fue su Hermano Mayor.
Cordero Baro arrancó en varias ocasiones los aplausos de los presentes que finalizaron con esa despedida del tiempo letífico hasta hace algunos años, como le reza La Isla a la Madre de Dios: con la Salve marinera.
Y así se puso punto y final a un acto que se diluye desde ayer en el tiempo y que ya deja en los preparativos de las inminentes salidas su sentido más tangible. Enhorabuena pregonero. (ISLAPASIÓN).