Hermandad del Ecce-Homo

El viento juega una mala pasada en Ecce-Homo y desluce su cortejo de vuelta a la Pastora



El cortejo de la hermandad del Ecce-Homo, quizás uno de los más efectistas de la Semana Santa de San Fernando, se vio ayer deslucido por el fuerte viento que azotó durante su recorrido tanto en el tramo de día hacia la Carrera Oficial como en el de vuelta a su templo por las calles del barrio de la Pastora.

La salida de la cofradía, con bastante público en la plaza de la Pastora, fue uno de los momentos más espectaculares de la salida procesional. La Agrupación Musical Isla de León comenzaba a tocar los primeros compases de sus marchas cuando el paso de misterio aún se encontraba en el interior del templo. Desde aquí y en varias trepás el paso se coló al final de la calle Marconi donde desembocó a las curvas de Capitanía con un andar presuroso.

En Capitanía, y cuando ya el paso de palio comenzaba a salir del templo pastoreño, ocurrió un pequeño percance. El ropaje del sanedrita que tallara Alfonso Berraquero, con el viento fue a parar encima de una de las tulipas del candelabro trasero izquierdo. El incidente fue solucionado por un cargador de la JCC, Juanma Reseco, que no dudó en subir al paso y evitar que la cosa fuera a mayores. Al final un buen rato oliendo a quemado y poco más. Por respeto a la cofradía no mostraremos las imágenes de este percance.

Pero no solo ocurrió aquí sino que por culpa de las rachas de viento también hubo que salvar del fuego de otro de los candelabros el ropaje de Claudia Prócula que no llegó al punto del hecho relatado anteriormente.

Aún así, con estos percances, la cofradía plantó en Carrera Oficial su Cruz de Guía 15 minutos antes del horario previsto acortando la distancia entre el palio de Trinidad y los primeros penitentes de la cofradía del Ecce-Homo.

El paso de misterio, exornado con un friso de claveles, mostraba en pocos momentos todos sus puntos de luz encendidos. El paso de palio que andaba con una cadencia algo menor también vio como el viento no dejaba mantener ni una sola tanda de su candelería encendida.

La cofradía, a diferencia del pasado año, llevaba buen ritmo en todo su recorrido teniendo en muchos casos mejoras de tiempo de más de 20 minutos. Todo esto claro hasta llegar a calle Ancha.

Aquí parece ser otra procesión. Desde que el paso de misterio gira de Churruca a Ancha y las marchas se suceden una tras otra tras el paso de misterio, la cofradía sufre un parón generalizado. El paso de palio no puede ganar terreno y la Cruz de Guía queda abajo de la calle Ancha esperando en insufribles minutos para el cuerpo de penitentes de la cofradía.

La hermandad queda a expensas del andar de su paso de misterio, uno de los más anhelados por los socios de la JCC y ayer se volvió a demostrar el motivo. La cantidad de personas que se arremolinan delante del paso es por años mayor.

El paso de palio exornado en tonalidad blanca siguió su camino con trepás más cortas, como con la que hizo entrada en la plaza de la Pastora, ya de vuelta, con percance incluido con uno de los árboles que se encuentran en un lateral de la misma.

Las marchas se sucedieron “Esperanza Macarena” antes de la recogida del paso de palio y “Oración en el Huerto” dentro del templo pastoreño para el paso de misterio tras la interpretación del himno.

Un Lunes Santo más en la Pastora donde el barrio más cofrade se abrió de nuevo a la Semana Santa a pesar del viento que, aunque no hizo peligrar la salida procesional, si la deslució en gran parte. (ISLAPASIÓN).