Comisión Pro Corpus Christi

El Rvdo. P. Pedro Enrique García cantó en verso las grandezas de Jesús Sacramentado



Unos diálogo personales en la intimidad del Sagrario, alabanzas, reflexiones a la luz de la eucaristía y acción de gracias, así se podría resumir la exaltación de la Eucaristía que en la noche de hoy ha tenido lugar en la capilla del colegio de las Carmelitas a cargo del vicario parroquial de la Iglesia Mayor el Rvdo. P. Pedro Enrique García Díaz.

El texto, casi en su totalidad versado, con la inclusión de poemas, ha sido un canto -a veces acompañado de un violín- al compromiso de los jóvenes con la Eucaristía y lo que ello conlleva en su vida personal.

El acto -que organiza el Consejo local de Hermandades y Cofradías y que se incluye en el programa de actos de la Comisión pro Corpus- dio comienzo minutos después de las nueve de la noche y contó con la presencia del teniente de alcalde Daniel Nieto, de los miembros de la Junta Permanente del Consejo y de las representaciones de las siete hermandades sacramentales así como algunas de penitencia y glorias de la ciudad. También estuvieron presentes los pregoneros de la Semana Santa -José Martín Pérez Jiménez- y de las Glorias -Luis de Celis Sirviente-.

La exaltación comenzó con un recuerdo a los primeros recuerdos de un sagrario por parte del sacerdote, así como su actual destino pastoral que resumió diciendo “Siendo cura de San Fernando  como podría obviar mi servicio en la custodia isleña en mi más tierna edad, formaba parte del grupo de acólito san Servando y san Germán, con tan solo 15 años conocí la que tras 20 años sería mi hogar”.

Tras esto unos versos en los que Pedro Enrique García mostró su cariño incondicional a Jesús Sacramentado que remató con los versos:

“te quiero y mil te quiero,

por las veces que yo te he niego.

Y Te exalto por los que no recen

POSTRO me por los que no lo hacen en tu sagrario

Te quiero, por los que te aborrecen,

 sirva mi amor como desagravio”.

Aquí el exaltador hizo un alto en el camino para acercarse a los jóvenes. En primer lugar quiso ahondar en la ausencia de Jesús Sacramentado en sus vidas, para, tras analizar los más de 100 adolescentes y más de 200 adultos que conforman las Juntas de Gobierno y los Grupos Jóvenes de las siete hermandades sacramentales de la ciudad contradecir todo lo anteriormente dicho y sentenciar: “Una parroquia sin adoración está muerta, una hermandad sin espíritu eucarístico, es una simple ONG, que no sigue más que los impulsos de su corazón… cuando sus corazones estén agotados la hermandad desaparecerá… pero si nuestro ánimo lo empuja Cristo Rey, y nuestra alma prendida de Amor eucarístico… entonces la vida de esa hermandad germinará como el trigo, desbordará como el vino”.

Finalizó su intervención el padre Pedro en verso afirmando:

“Blanco Pan y Rojo tinto;

Pan bendito y tinto vino;

Blanco Cuerpo,  Roja y pura;

Puro esfuerzo, Pasión y locura;

Pan Partido, Cáliz de amargura;

Espiga molida, fruta pisada;

Harina fina, uva fermentada;

Pobre Pan, Humilde Vino;

Noble Cuerpo, Cáliz divino;

Corpus Christi et sanguine Dei;

Custodime in vitan aeternam Amen”.

Antes del comienzo de la exaltación se realizó la exposición del Santísimo -con la participación del arcipreste de la ciudad, el Rvdo. P. Alfonso Gutiérrez Estudillo- que estuvo acompañada por los cánticos de la Coral Logar de la Puente. Tras la intervención del padre Pedro Enrique se realizó la reserva de S.D.M. y concluyó el acto no sin que los asistentes aplaudieran por varios minutos al sacerdote encargado este año de esta exaltación. (ISLAPASIÓN).