Hermandad de Columna

El barrio de la Iglesia Mayor arropa a Columna en una noche de marchas y saetas



La Hermandad de Columna realizó su salida procesional en una jornada de Domingo de Ramos marcada por el buen tiempo y por la gran cantidad de cofrades que acompañaron a esta señera cofradía de la Iglesia Mayor en su transitar por las calles de la ciudad.

Las puertas de la Iglesia Mayor se abrieron para dar paso al primero de los cortejos que salen desde el primer templo de la ciudad, y tras ella los penitentes de capirote de morado terciopelo que marcaban desde su inicio un reguero por toda la calle Real y la Carrera Oficial.

El paso de Jesús Atado a la Columna se ponía en carrera y discurría por el interior del templo para posarse antes de traspasar el primer dintel. Allí se levantó tras los toques de llamador de la familia de un familiar fallecido en este último año.

Tras el Himno y cuando la cuadrilla capitaneada por Javier Barrera ya pisaba la tarima que da acceso a la calle Real, la Agrupación Musical Virgen de las Lágrimas -que con motivo de su XXV aniversario puso en la calle sus tres banderines durante su historia- interpretó “Flagellum”, “Lamento Coronado” e “Islapasión” con las que el paso llegó al palquillo de toma de hora de la Carrera Oficial.

Con un andar presuroso el cortejo se puso en la calle en pocos minutos mientras en el interior se movía el paso de palio de la Virgen de las Lágrimas. Sus capataces marcaban la maniobra y mandaban a sus hombres en una salida en la que se escuchó, por parte de la Banda de Música Municipal marchas como “Lágrimas”. “Madre de los Gitanos Coronada” o “La Esperanza de Triana”.

La hermandad pasa de su corte más clásico en el centro de la ciudad al radical cambio cuando entra en su barrio y se convierte por derecho propio en la cofradía con más arraigo entre sus vecinos.

La vuelta de la cofradía por San Nicolás o Jorge Juan son digas de una hermandad de barrio con todos sus aditamentos. Las marchas bien escogidas y mejor interpretadas, así como un nutrido grupo de cofrades que cantaron sus saetas ante los pasos.

El encuentro entre los Titulares, cercano a las dos de la madrugada, dio por concluida una jornada plena de satisfacciones para los hermanos de Columna que volvieron a ver culimnados sus anhelos en esta Cuaresma. (ISLAPASIÓN).