Hermandad de Columna

Columna combate el frío viento de Levante con el calor de un barrio volcado

La Hermandad de Columna volvió a poner su peculiar cortejo procesional en las calles de la ciudad en una tarde-noche del Domingo de Ramos marcada por el fuerte viento de Levante que azotaba a la ciudad.

Una tarde en la que una plaza de la Iglesia se quedaba pequeña para albergar a los cientos de isleños que no querían perderse esta cita obligada en el calendario cofrade como es la salida de la Hermandad de Columna desde la Iglesia Mayor, la primera que lo hace desde este templo.

Una salida en la que ya se pudo ver como el viento dificultaba a los hermanos de fila su transitar por las calles pero que no impidió ver como al compás de la Agrupación Musical Esencia -el paso de misterio- y de la Banda de Música Municipal -el palio de la Virgen de las Lágrimas- se mecían antes de entrar en Carrera Oficial.

Una primera parte del recorrido deslucida por el viento pero que marcó momentos importantes como el paso por las calles Murillo y La Herrán antes de volver al barrio.

Y es que Columna cambia totalmente cuando deja atrás el cruce con Real y entra en Almirante Cervera para apoderarse de un barrio volcado a sus Titulares.

Momentos de altísima emoción en San Nicolás o Jorge Juan en los que las cuadrillas de cargadores volvieron a demostrar su buen hacer en cada una de las trepás. 

Sin duda, además del paso por Jorge Juan, el público que quedaba en esta desapacible noche de candelerías apagadas se concentraba en el callejón Capataz Nicolás Carrillo momento en el que se supo que no habría encuentro entre los dos pasos.

El paso de misterio entró, con buena cadencia, y el público que quedaba en la Plaza de la Iglesia -gran parte- fue a encontrarse con el palio de la Virgen de las Lágrimas en las últimas calles de su recorrido.

Últimos metros con petalada -algo deslucida por el viento- y ese momento ya característico con "Encarnación Coronada". Desde la mitad del callejón hasta la recogida se sucedieron las marchas que finalizaron con el himno mientras que lentamente el palio de las Lágrimas entraba de nuevo en su templo.

Una fría jornada de Domingo de Ramos al calor del barrio de la Iglesia Mayor junto a Columna y Lágrimas. (ISLAPASIÓN).