La Esperanza Macarena ha vuelto este sábado a recibir culto en el altar mayor de su basílica después de cinco días siendo intervenida en las dependencias de la hermandad por el equipo del profesor Arquillo. Las labores han sido superficiales, al igual que las realizadas en estas mismas fechas sobre el Señor de la Sentencia y la Virgen del Rosario.
En concreto, a la Virgen de la Esperanza se le ha realizado la sustitución de las articulaciones de los brazos y de la tela que recubre el candelero de la imagen. También se han llevado a cabo reparaciones en la policromía de la cara y las manos, aunque lo que más ha llamado la atención ha sido el cambio de las pestañas por unas más grandes.
El resultado de la restauración, que se ha conocido a primera hora de la mañana con la apertura del templo, salta a la vista y no ha dejado indiferente a nadie. La imagen luce más clara y limpia que antes, cuando el ennegrecimiento y los brillos afectaban a la policromía, pero especialmente de frente se nota la expresión diferente que le confieren las nuevas pestañas.
Muchos hermanos y devotos de la Macarena han echado de menos a la imagen a pesar de su breve ausencia. Ahora ya pueden encontrarse de nuevo con la Virgen, si bien cada uno de ellos tendrá una opinión diferente acerca de la intervención a la que el equipo de Arquillo la ha sometido, que tanto está dando que hablar.