Hermandades

Un nuevo 21 de noviembre congregó a los alumnos de la Compañía junto a la Niña María

El Colegio de la Compañía de María volvió a celebrar ayer, 21 de noviembre la festividad de la Niña María, fecha marcada en rojo en el calendario de este colegio y que se prepara con mucha ilusión para manifestar entre muchos casos la entidad religiosa del mismo.

Desde varios días atrás la dirección del centro venía preparando los preparativos para esta festividad teniendo como uno de los puntos concentrados en estas reuniones la mala previsión meteorológica que se pronosticaba para el día de la fiesta grande de este colegio isleño. 

Vistas estas dificultades en lo meteorológico se decidió que la procesión con la Santísima Virgen sobre su antigua parihuela por el interior del recinto del  colegio y su traslado a la Iglesia de San Francisco quedaran suspendidos así como muchas actividades posteriores a la celebración eucarística. Con lo cual esta festividad quedaba restringida al traslado de la Virgen -protegida y sin su parihuela- a la Iglesia de San Francisco y en el menor tiempo posible.

Llegado ayer el momento de la salida el tiempo mejoró considerablemente aún así se pronosticaba una fuerte precipitación para las doce de la mañana pero el plan principal que tenía el colegio cambió. Pasadas las diez y media de la mañana, los profesores comunican a sus alumnos que la Virgen Niña estaba preparada sobre sus andas con un agradable olor a nardos y que iba a salir una hora después y sería portada por los alumnos de 2º de Bachillerato aunque la Virgen únicamente recorrería el patio del colegio hasta llegar a la salida del colegio para desde aquí ser trasladada lo más protegida y rápidamente a la Iglesia Vaticana y Castrense de San Francisco.

La Virgen estaba situada sobre el suelo de la capilla del colegio cuando sobre las 11:15 las nubes volvieron a tapar el cielo, y la junta directiva que estaba allí, mientras que los más pequeños  pasaban por delante de la Virgen y le cantaba su himno decidieron dar un poco de tregua por si el tiempo mejoraba. 

Pero cuando el reloj marcaba las 11.45 horas, sin pensárselo más veces, dieron inicio a la procesión. La parihuela de la Niña María se levantaba muy suavemente sobre el suelo de la capilla y se trasladaba un poco más rápido de lo habitual a una de las puertas de acceso al patio del colegio. La ilusión era palpable en todos los alumnos y profesores. Pero esta fue efímera, a escasos metros de llegar a la puerta para salir patio, una fuerte lluvia empezaba a caer y esto hace que la Santísima Virgen se posara ante la puerta y que se decida que se va a hacer. 

Directamente a este hecho la Virgen se bajó de sus andas y fue trasladada en un automóvil a la Iglesia de San Francisco.

Ya en San Francisco la Virgen se adentró en el templo portada por uno de los alumnos mayores del colegio. Todos el resto del alumnado presente comenzaron a cantar el himno "Celestial Niña" para a continuación proceder a celebrar la Santa Misa en la que como es habitual participaron los colegiales del centro.

La jornada no salió como se esperaba pero finalmente terminó en un agradable y feliz final con un gran aplauso de toda la comunidad educativa presente en la Iglesia de San Francisco. De nuevo, un año más, el colegio de la Compañía celebró la festividad de la Niña María. (ISLAPASIÓN).