Hermandad de la Divina Pastora

Un final agridulce entre rezos y versos para un 15 de agosto muy distinto junto a la Pastora

Agridulce, como desde que a las siete y media de la tarde del 12 de agosto comenzaran los cultos a la Divina Pastora. Así han sido todos los actos que se han venido desarrollando junto a la Copatrona isleña. Y es que es agosto, la Virgen baja de su altar, pero nada es igual a otros años.

La alegría por poder contarlo, por poder tener un rato de oración cada día en la cercanía de su presencia, pero sin ese colofón esperado de su procesión por las calles de la ciudad.

Aún así la hermandad pastoreña ha querido rellenar las horas del día en diferentes actos que vengan a paliar esta circunstancia sobrevenida de la crisis sanitaria por el coronavirus.

En la mañana la Solemne Función ha marcado el inicio de la jornada que ha continuado luego, tras la misa de siete de la tarde, con el rezo del Santo Rosario junto a la Virgen. El mismo rezo del Rosario que no se hizo en la noche de ayer por las calles del barrio y que esta tarde, de manera algo apresurada, se ha llevado a cabo ante sus plantas.

Rezo del Santo Rosario en honor de la Divina Pastora.

Tras el rezo del Santo Rosario -sin letanías- los hermanos pastoreños se dirigieron al lateral del templo para depositar unas velas bajo el azulejo de la Divina Pastora en una campaña promovida por el Grupo Joven de la corporación.

Colocación de velas bajo el azulejo de la Divina Pastora.

Una vez finalizada la misa de ocho tuvo lugar el último de los actos con el que se cerró un distinto, muy distinto 15 de agosto. Con las «Meditaciones del 15 de agosto» la Junta de Gobierno quiso hacer un repaso del recorrido de la Divina Pastora en su salida procesional en la voz de algunos hermanos de la corporación letífica.

Un acto que volvió a dejar pequeño el templo -debido también a las medidas de seguridad que se han debido adoptar- para presenciar estos momentos en prosa y verso que han ido detallando desde los momentos previos hasta la entrada en el templo en el ya 16 de agosto.

Y este acto también ha sido agridulce. Se han intercalado las alegrías y el llanto. Ganando finalmente más la segunda opción. Pero es que tanto alegría y llanto tienen también cabida cada 15 de agosto. Y hoy no podía ser distinto. 

El acto contó con el acompañamiento musical del coro de la hermandad que fue intercalando algunas piezas de su repertorio entre cada uno de los participantes. Comenzó el Hermano Mayor como introductor del acto para dar paso a Antonio Reseco Colón, capataz de la cuadrilla de hermanos costaleros, que trasladó con su prosa y verso cada momento que se vive desde que los hermanos llegan al templo hasta que el paso abandona la calle Alfonso Berraquero.

Reseco Colón lo hizo desde el prisma de capataz, pero con el sentimiento pastoreño de muchos años viviendo una procesión que sabe de memoria. Ahora, con la responsabilidad sobre la cuadrilla, supo hacer guiños que llevaron a los presentes a vivir, casi tocar, esos mismos instantes.

El siguiente tramo del recorrido, el que lleva a la Divina Pastora por Capitanía y las calles del centro hasta Churruca estuvo a cargo de los miembros del Grupo Joven. Comenzó Ana Fernández quien emocionada recordó a la figura de Antonio Sánchez Aguilera en el recuerdo del paso de la Virgen junto a los ancianos en Capitanía. Siguió Pablo Blázquez para las calles del centro de la ciudad. Esta parte la remató, con sentimiento a flor de piel y rematado en vivas, Álvaro Calderón, que fue aplaudido con los presentes en pie, en una intervención corta, pero directa y con sentimiento pastoreño en toda su esencia.

El siguiente tramo del recorrido, el que lleva a la Virgen por Churruca, Maestro Portela -Ancha- y Manuel Roldán estuvo a cargo de Manoli de los Santos quien recreó el momento en el que el coro que dirige se encuentra, cada año, con la Santísima Virgen al final de la calle Ancha. 

Llega San Miguel en el recorrido y para ello la Junta de Gobierno designó a Cristina Domínguez, promotora de la petalada que cada año se lleva a cabo en este callejón, para que hiciera de cronista de este momento. No solo habló de la petalada con sus preparativos y los instantes que se viven desde otra perspectiva sino que no faltaron tampoco los vivas que cada año se repiten entre los balcones de este coqueto lugar. No quiso pasar la oportunidad de recordar también otros tiempos junto a la Pastora. El de las pegatinas, las patadas a los costaleros y la escolta de la policía. Eran otros tiempos.

El final, las últimas calles del barrio y la llegada al templo estuvo a cargo del Hermano Mayor de la corporación que recordó también su paso por el cargo en los últimos años y la forma en la que vive cada uno de estos momentos de la procesión. 

La Salve pastoreña y los últimos vivas pusieron el punto y final a este acto y a un 15 de agosto distinto, agridulce, de cercanía de la Virgen pero con ese vacío de no verla pasear un nuevo año por las calles del barrio.

Para nosotros, los que hacemos ISLAPASIÓN, que desde el pasado 1 de agosto venimos recordando momentos junto a la Divina Pastora en nuestro #agostopastoreño también han sido días agridulces. Agradecidos por todas las muestras de cariño y felicitaciones por hacer llegar en directo todos y cada uno de los actos celebrados por la hermandad y la programación que hemos venido desarrollando de forma especial estos días. Agradecidos y reconfortados por el trato recibido por muchos de los hermanos pastoreños, en especial por Juan Carlos Peña, fiscal de la hermandad, pero como decimos agridulce por las faltas de respeto a nuestro trabajo que vuelve a mostrar, otro año más, el Hermano Mayor de la Divina Pastora, Juan José Romero Ruiz. 

Dentro de 365 días volverá a ser 15 de agosto y volveremos a contar, esperemos, una jornada como las que siempre han caracterizado a esta hermandad en las calles de nuestra ciudad siendo el único punto amargo cuando los zancos del paso se posen en el mármol pastoreño y nos quedemos con ganas de muchos momentos más. Toca esperar. (ISLAPASIÓN).

Acto ‘Meditaciones del 15 de agosto’ en honor de la Divina Pastora de las Almas Coronada.