Solemnidad y recogimiento en el Vía-Crucis de Jesús Nazareno
Minutos antes de las ocho de la tarde las verjas de la Iglesia Mayor se cerraban debido a completarse el aforo del primer templo de la ciudad por hermanos, fieles y devotos del Regidor Perpetuo de San Fernando. Minutos después y desde su altar de diario comenzaba el traslado en parihuela de Nuestro Padre Jesús Nazareno hasta el presbiterio para presidir el rezo de las distintas estaciones del Vía-Crucis.
Silencio en el interior de la Iglesia Mayor solo roto por la interpretación al órgano de su marcha, Jesús Nazareno, en el traslado y las distintas intervenciones de la lectura de las estaciones y meditaciones. Entre cada una de ellas también el ensemble Jubilate Deo interpretó varias piezas y partes de algunas marchas procesionales.
Jesús Nazareno volvió a ser el centro de las miradas un Viernes de Dolores más en este caso vivido en el interior del templo ante la imposibilidad de realizarlo como en años anteriores, recorriendo la felgiresía sobre su parihuela.