Hermandad del Santo Entierro

Santo Entierro muestra en su cortejo una clase magistral de protocolo y hermandad de negro

Quizás sea el evento de la ciudad, por llamarlo de alguna manera, que cuenta con un mayor número de representaciones de todos los ámbitos al máximo nivel. Militares, eclesiásticas, civiles, de colegios profesionales, y además una hilera de túnicas de rúan y de negro carmelita. Todo esto, mezclado, y puesto en su justo orden y sacado a la calle con el máximo de los respetos es hoy por hoy la cofradía del Santo Entierro cada Viernes Santo.

El muñidor y el característico sonido que lo acompaña abren paso a un cortejo completo y austero. Aunque, quizás, la única pega a todo esto es el comportamiento del público, que aunque mejora por años, sigue faltando un poco más para estar a la altura de esta cofradía. Las hermandades de negro aún no cuajan ante cierta parte del público que sigue mostrando faltas de respeto a su paso. Es La Isla, mucho que mejorar.

Pero aún con esto la hermandad anda a buen ritmo. Calle Real hacia delante busca el centro de la ciudad. La hermandad tiene dos procesiones: ida y vuelta hasta la misma. En la ida acompañada de las representaciones que la despiden a la salida de Carrera Oficial -donde tuvieron un parón de Desamparados-.

Nutrida representación militar que encabezó el almirante de la Flota, Santiago Bolíbar, acompañado del comandante general de Infantería de Marina, Pablo M. Bermudo y de Espinosa, además del jefe del Estado Mayor de la Flota,  Jesús M. Vicente Fernández, y el comandante del Tercio de la Armada, el general de brigada Javier Herfelder Aldecoa. Sin duda no se recuerda acto civil en la ciudad con hasta cuatro almirantes que la acompañen, pero el Santo Entierro lo logra con unas excelentes relaciones con el estamento militar.

El acompañamiento musical en los pasos también es medido y la Banda de Música de la Asociación Cultural Musical "San José Artesano" no sale de un repertorio de unas 20 marchas, todas ellas elegidas previamente con mucho cuidado para que estén en consonancia con la cofradía.

Solo queda un punto más que ganar en este cortejo -aunque se trabajó para que estuviera- como es la presencia del Obispo Diocesano dentro del cortejo aunque los oficios en la Catedral de Cádiz imposibilitan la presencia en un cortejo que sale a las siete de la tarde.

La hermandad es todo un placer a la vista del buen cofrade. Los hermanos con cruces, las representaciones, el andar a buen ritmo, una cofradía sin excentricidades. Sin duda con el paso de los años, además de ser la cofradía oficial que siempre fue esta, ha ganado enteros en el ámbito cofrade desmarcándose en un lado de las cofradías que no estaba trabajado en la ciudad y de la que es su principal exponente: las cofradías de negro.

Con la entrada de los pasos en la Iglesia del Carmen finalizaba para los cofrades del Santo Entierro un Viernes Santo especial, el último en el que se verá al Santísimo Cristo Yacente con su actual policromía, antes de pasar al taller del restaurador isleño Pedro Manzano en los próximos meses. (ISLAPASIÓN).