Rosario y felicitación de María Amparo Quintero para abrir un nuevo 15 de agosto en la Pastora
Minutos antes de las once de la noche se abrían las puertas de la Iglesia de la Divina Pastora para que el cortejo formado por los hermanos de la corporación de gloria de la parroquia comenzaran el discurrir por el itinerario marcado por las calles de la feligresía en rosario de antorchas.
Como viene siendo habitual en este tipo de actos en nuestra ciudad a la hora indicada -y requerida por la hermandad para el inicio del acto- no acudió la Policía local sino que se incorporó en mitad del recorrido con el consabido perjuicio para el buen desarrollo del mismo y la inseguridad manifiesta tanto para los participantes de este acto de culto público como para el resto de personas que a pie o en coche circulaban por las calles del recorrido previsto.
En este anual acto de culto público previo al 15 de agosto fueron muchos los hermanos que participaron y en el que a diferencia de otros años ningún sacerdote acompañó como tras el Simpecado ni en la presidencia.
Con el rezo de sus hermanos y el acompañamiento musical de un trío de capilla el cortejo fue recorriendo las calles del barrio con especial seguimiento en el callejón San Miguel exornado para la jornada de hoy al igual que otras calles como la de Marconi.
Minutos antes de la medianoche entraba el cortejo en el templo pastoreño que permanecía apagado por completo salvo la luz natural de los distintos altares. Era el momento de comenzar la felicitación a la Santísima Virgen que en este año corría a cargo de la hermana pastoreña María Amparo Quintero Prado.
En su disertación, como una rotunda acción de gracias, Quintero Prado quiso hablar cara a cara a la Santísima Virgen y agradecer su intermediación en lo que calificó como “tu milagro” en referencia a un accidente vial del que ya se encuentra según comentó “casi recuperada”. Emotivos momentos de agradecimiento a la Virgen combinados con las notas de la marcha “La Divina Pastora” de Camilo Pérez Monllor al piano que sirvieron como dulce acompañamiento a los versos con los que remató su felicitación.
El canto de la Salve Pastoreña así como los vivas a la Virgen pusieron el punto y final del acto pero el punto y seguido de un nuevo 15 de agosto junto a la Divina Pastora. (ISLAPASIÓN).