Madre Coraje obligada por el ayuntamiento a retirar sus contenedores de ropa, la labor la realizará una empresa privada
La ONGD Madre Coraje se ha visto obligada a retirar de San Fernando la decena de contenedores de recogida de ropa que tenía ubicados en diferentes puntos de la vía pública gracias al acuerdo al que se llegó con el Ayuntamiento hace siete años. Ahora el Consistorio ha decidido entregar este servicio a una empresa, “sin dar la oportunidad de optar a este servicio a entidades sociales que transforman la ropa donada en solidaridad”.
Tras más de siete años facilitando a los isleños la donación de ropa, “evitando gastos a las arcas municipales” por encargarse de asumir los costes de todo el proceso de esta gestión y de convertir estas prendas en “ropa solidaria”, la ONGD (con sede central en Jerez) lamenta que el Ayuntamiento ni siquiera “haya dado la oportunidad” de optar a seguir realizando estas labores a entidades sociales como Madre Coraje.
“Debido a que la legislación al respecto no está clara, es posible eliminar del escenario a entidades que, como la nuestra, no vamos a poder competir con las empresas que dominan el mercado de ropa de segunda mano actualmente y más aún, como es el caso de San Fernando, cuando ni siquiera nos dejan participar”, se queja en un comunicado remitido por el presidente de la entidad, José Jiménez Diufaín.
Madre Coraje se hace eco de una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que señala que el 89% de consultados prefiere que la ropa usada sea gestionada por una ONG o entidades de inserción social, frente al 11% que piensa que la deben tratar empresas de gestión de residuos. “Cuando nos deshacemos de la ropa usada preferimos que ésta sirva para ayudar a alguien antes que beneficiar a una empresa privada, teniendo en cuenta además que los dos modelos son adecuados para el cuidado del medio ambiente”, continua Jiménez.
Pese a este contratiempo, “que afecta a personal contratado por Madre Coraje”, se subraya, la entidad ha decidido continuar recibiendo las donaciones de ropa de la ciudadanía de La Isla llevando a cabo recogidas a domicilio (se puede llamar al teléfono 956 225 806). Además, está buscando espacios privados en los que poder reubicar los contenedores que se han visto obligados a quitar de la vía pública.
“¿Es toda la ropa usada un residuo?”, se pregunta a colación esta ONGD. Si todo el material que se deposita en los contenedores de ropa fuera realmente un residuo, “se debería enfocar el servicio de recogida hacia empresas que gestionen ese residuo, como ocurre con el papel, envases o vidrios, pero resulta que la mayoría de la ropa que se recoge se puede reutilizar y sólo una mínima parte se corresponde con un residuo que haya que reciclar o destruir”. Siendo así, “¿no sería más lógico que el sistema estuviera enfocado a los que gestionan la ropa como material a reutilizar, fundamentalmente entidades de carácter social, y no a los que la tratan como residuo?”, reflexiona el presidente de Madre Coraje.
La ropa usada que esta ONG recoge tiene varios fines, y uno de los principales es convertirla en lo que llama “ropa solidaria”: se cede a instituciones (otras asociaciones, ONGs, ayuntamientos…) para repartir entre población vulnerable de la zona; se pone a disposición de la gente a través de precios simbólicos en sus tiendas solidarias; o se entrega a empresas dedicadas a la valorización de ropa usada para reciclar o reutilizar, “generando fondos para la puesta en marcha de proyectos sociales, educativos y de cooperación en España, Perú y Mozambique”, cuya puesta en marcha y justificación “están sometidos y superan un estricto proceso de auditoría”.