Las Glorias comienzan en La Isla con una procesión de San José muy arropada de público
Como cada año, desde hace más de dos décadas, el periodo de Glorias en San Fernando comienza con la procesión del Patrón de La Isla, San José, desde la Iglesia Mayor parroquial.
Una procesión que este año tenía pocas diferencias con respecto a los últimos años y que se enclavaba en una jornada marcada por la lluvia a primeras horas de la mañana pero que en lo climatológico fue perfecta para que el público pudiera acompañarla por las calles.
Y es que la afluencia de público -con respecto a años anteriores- ha sido bastante considerable ya que distintos factores ayudaron a ello. El primero el climatológico antes reseñado, el segundo la ausencia de salidas procesionales en la pasada Semana Santa que hacía que el público menos cofrade estuviera ávido de estas muestras de culto externo así como la no coincidencia con otros eventos hizo que el público respondiera, especialmente de otras localidades.
Apertura del tiempo letífico
Aunque el discurrir del cortejo comenzara veinte minutos antes de las seis de la tarde, antes, en el interior del primer templo de la ciudad, se realizó el acto protocolario de petición de venia por parte de la corporación josefina a las autoridades presentes. En esta ocasión por parte del Ayuntamiento de San Fernando no firmó su alcaldesa, Patricia Cavada, que no asistió a la procesión.
Tras la firma del documento de venia se procedió a la apertura de puertas que en cada año está a cargo del exaltador de las Glorias en la Ciudad, en este caso la pregonera del 2024, Gelen Castro Carrillo.
El cortejo comenzó el discurrir por las calles del centro con un ritmo algo más lento del previsto aunque, como decíamos, muy arropada de público. Las marchas, a cargo de la Banda de Música de Las Nieves de Olivares completaban la escena junto al paso comandado por Manuel Ruiz Gené.
El camino hacia San José
Tras la salida y recorrer el primer tramo de la calle Real el cortejo, completado por una amplia representación de hermandades y entidades, siguió su camino por General Serrano para continuar por Las Cortes hasta la Plaza del Rey. En estos momentos alguna brisa de aire fresco ayudaba a mantener una temperatura agradable y el público se hacía presente en cada tramo del recorrido.
Por General Valdés y Losada el paso del Patrón llegó a la Capilla de la Virgen de la Estrella para realizar el saludo a la Hermandad de Cristo Rey. En el interior de la capilla se realizó una oración, junto al paso en el que se encontraba entronizado San Juan Bautista de La Salle.
Ya de nuevo por la calle Real el cortejo se adentró en el que es, cada año, uno de los dos momentos más esperados, el paso por la calle y plaza de San José. Allí lo recibieron las marchas, petaladas y los versos recitados de Ana Ortiz Benítez.
Una vez en la Plaza de San José el saludo a los mayores de la residencia y el saludo a la Hermandad de los Desamparados con ofrenda floral finalizó esta primera parte de la procesión.
El regreso al barrio: Jorge Juan
Dejando atrás la Plaza de San José el cortejo, mermado en número sin las representaciones, se adentró buscando de nuevo el barrio de la Iglesia Mayor. Emotivos momentos en la calle San Cristóbal con una pequeña petalada y el paso por San Francisco de Asís para recortar algunos minutos dejados atrás en la primera parte del recorrido.
Ya aquí el público que presenciaba la procesión se agolpaba en la calle Jorge Juan, el segundo de los momentos especiales de esta procesión. Allí no faltaron los versos de Santiago Muñoz, una nueva petalada y las marchas que se sucedían a falta de una hora para la hora de la recogida.
La recogida
Tras el paso por Jorge Juan el público decreció como suele ocurrir los años en los que el 2 de mayo es laborable. Menos público pero muchas ganas de cofradías entre los presentes que se agolpaban en la delantera del paso.
Como es costumbre un buen momento cofradiero en el callejón Capataz Nicolás Carrillo antes de adentrárse en la Plaza de la Iglesia para los últimos momentos de la procesión en la calle.
Tras el himno, y ya dentro de la Iglesia Mayor, se sucedieron los agradecimientos por parte de la hermandad en el que fue un nuevo 1 de mayo en el que San José procesionó muy arropado de público.