La Virgen de la Palma de Cádiz en veneración en la previa de su salida procesional
La Virgen de la Palma Coronada de Cádiz ha estado durante la jornada del viernes y del sábado en veneración en la Parroquia del barrio de la Viña y la iglesia ha permanecido abierta por lo que han sido muchos los gaditanos que han pasado para contemplarla.
Esto se encuadra en la previa de la procesión de mañana, 1 de noviembre, que llega tras la celebración de la Novena en honor de la Santísima Virgen y que se ha venido desarrollando durante estos días pasados.
La previsión meteorológica no acompaña demasiado en esta festividad de Todos los Santos marcada de forma especial en Cádiz donde se conmemora la intercesión de la Virgen de la Palma en el maremoto que provocó el terremoto de Lisboa el 1 de noviembre de 1755. Aunque están previstos chubascos durante todo el día, la archicofradía de la Palma afronta esta efemérides con una agenda intensa que culminará, si el tiempo lo permite, con la salida procesional de la Virgen por las calles del barrio.
Este lunes 1 de noviembre, una vez más, el templo viñero será testigo de la devoción de Cádiz a la Virgen de la Palma, una de las más arraigadas. A las 9 de la mañana la iglesia del barrio de la Viña acogerá la celebración de la santa misa. Posteriormente tendrá lugar el rosario público de penitencia y la bendición del mar en las murallas de la Caleta. Después de ese tradicional momento, a las 12 horas, está prevista Solemne Función Votiva con misa típica gaditana que oficiará y presidirá el obispo de Cádiz, Rafael Zornoza Boy.
Por la tarde habrá que estar pendientes de la evolución de las nubes pero en principio, a partir de las 17.30 horas se celebrará la procesión de alabanza con la Virgen de la Palma por las calles del barrio de la Viña. La imagen irá vestida, como es habitual, con el terno de tisú blanco bordado de salida, con ráfaga y la corona de la coronación canónica. Además estrena un encaje para el tocado que ha sido regalado por un hermano. El exorno floral lo conforman rosas, gladiolos y lisiantum en tonos blancos y pastel.
Si la lluvia respeta este momento, serán unas tres horas y media o cuatro de procesión en la que los viñeros tendrán aún más cerca a su Virgen y se producirá por fin ese reencuentro en las calles del barrio.