El patrimonio de la Compañía de María es uno de esos tesoros que aún se guardan, celosamente, entre las paredes de su templo. Aunque no muy conocidas, las monjas tienen en su capilla al menos dos imágenes de amplia valía: un crucificado que podría ser el boceto previo a la realización del Cristo de la Expiración y una dolorosa de bella factura.
Ayer, Viernes de Dolores, estas dos imágenes pudieron ser veneradas de forma distinta. Primero, la dolorosa, fue expuesta en la capilla para su veneración, algo que dejó que los pocos cofrades que conocían esta cita, pudieran acercarse para contemplarla.
Por su parte con el crucificado se llevó a cabo el rezo de las estaciones del Vía-Crucis por las calles aledañas a la Capilla del colegio. Un acto que anticipaba otro Vía-Crucis, como es el de la Expiración, por calles muy parecidas, horas más tarde.
Sin duda el Viernes de Dolores sirve para conocer parte del patrimonio artístico de La Isla, y entre este, las joyas imagineras de la Compañía de María.
