Hermandad de Humildad y PacienciaHermandad del CarmenParroquia San Servando y San Germán

La Ardila recibió a la Patrona en la última de las visitas por los templos isleños

Última de las escalas dentro de la peregrinación de la Santísima Virgen del Carmen a los templos isleños la que se vivió ayer con el traslado desde la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva a la de San Servando y San Germán en el barrio de la Ardila.

Esta fue sin duda la más larga de las travesías que se han desarrollado en estas dos semanas en las que la Patrona ha recorrido los templos de La Isla. Todo comenzaba tras la misa de siete de la tarde en la Oliva donde, durante la jornada, fueron muchos los feligreses que se acercaron a visitar a la Virgen del Carmen en los distintos rezos del Santo Rosario programados.

La apariencia de la Virgen, aunque pareciendo la misma, difería en un elemento importante. Se habían reforzado las uniones entre la capa y el terno para que, a diferencia del día anterior, el viento no se colara entre los ropajes y se pudiera temer por el estado de la Santísima Virgen. El viento ayer fue algo menos virulento y las rachas azotaron solo en las grandes avenidas, pero con menor intensidad que en el traslado desde Buen Pastor hasta la Oliva.

El recorrido se mantuvo inalterable pasando por lugares que la Santísima Virgen -y muchos de los que componían el cortejo- jamás habían conocido. En primer lugar las calles de la zona de Camposoto -Prim, El Cacho y Nueva, por ejemplo- para desembocar desde aquí en la Avenida Constitución junto al edificio de la Policía Nacional.

El tramo de la Avenida Constitución se recorrió sobre el carril bici, mientras que en calles como Argentina se discurrió por el acerado, para ayudar también al tráfico rodado en esta zona de la ciudad. Dejando atrás el edificio de la comisaría de la Policía Nacional la Santísima Virgen se introdujo en lo que siempre se ha conocido por Villa Maruja, una zona de chalés y zonas ajardinadas que confluían en Soto del Real para llegar a los límites de la feligresía de la Oliva.

Allí, antes de entrar en la zona más antigua del barrio de la Ardila, esperaba una representación de la Parroquia de San Servando y San Germán con su párroco, el Rvdo. P. Francisco Jesús Núñez Pérez y una amplia repersentación de la Hermandad de Humildad y Paciencia con su Hermano Mayor, José Rodríguez Valverde, al frente.

Desde aquí, ya cercanas las diez de la noche -con dos horas de pregrinación de la jornada ya consumidas- se introdujo el cortejo en calles del barrio al que da nombre el primer Hermano Mayor de la corporación, Luis de Ardila. Se recorrieron calles como Coronel Gabriel Mourente exornada, como buena parte del barrio, para la llegada de la Virgen.

Se sucedían los rezos junto a la parihuela que por tecera jornada consecutiva portaban cargadores de la asociación de Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC) hasta llegar a las inmediaciones del templo del barrio de la Ardila. Allí se habían colgado banderas que anunciaban la fiesta de un barrio al recibir a la Patrona. En el interior del templo, y al órgano, sonó la Salve marinera y Reina del Carmelo, para concluir con una estampa muy parecida a hace 27 años, ya que en el altar mayor colgaba un mismo repostero que se había guardado desde entonces y en el que se lee ‘Virgen del Carmen bienvenida a esta tu casa’.

Así discurrió el penúltimo de los traslados, la última de las visitas, de una peregrinación que pondrá su punto y final hoy a partir de las ocho de la tarde con el regreso hasta la Iglesia conventual del Carmen.

Traslado de la Virgen del Carmen a la Parroquia de San Servando y San Germán | 4K | 2023
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