Ayer un grupo de jóvenes cofrades del barrio de la Bazán sacaron a las calles un paso realizado por ellos mismos en el que se situaba en el centro un crucificado. Llamador, pequeños faroles y respiraderos conformaban los atavíos del mismo, así como un pequeño exorno floral.
Al paso lo antecedía una cruz, portada por uno de estos jóvenes, y tras él el paso. Una forma de expresión de como viven estos jóvenes su relación con las hermandades y cofradías.