Jose María Ruiz Coello: Los cofrades nos reinventamos, buscamos medios donde no los hay
Sin duda en la jornada del Viernes Santo, como ha pasado desde que San Fernando es San Fernando, no podría concebirse sin la dulce mirada de la Virgen de la Soledad. Su cofradía, que hoy no saldrá a las calles, vive de una forma especial esta jornada. Para conocerlo más de cerca lo hacemos con quien fuera Hermano Mayor de la misma, José María Ruiz Coello.
•¿Cómo estás llevando estos días de cuaresma?
Con resignación, tristeza y preocupación.
Mi trabajo me ocupa gran parte del tiempo diario, y ello me ayuda a no pensar
en que, este año, la cuaresma será distinta a todas las demás vividas.
Resignación, porque todas las decisiones
están tomadas, la esperanza se ha perdido, no hay vuelta atrás, y no podemos
hacer nada. La toalla está en el suelo y ello me dice que todo se pospone hasta
el próximo año.
Tristeza porque después de una vida dedicada
a las cofradías, se añoran, los triduos, las funciones, besamanos, besapies,
conciertos, presentaciones, pregones, traslados, ensayos, repartos, montajes,…
Quien me iba a decir que, con lo que sufrimos los cofrades preparando todo
esto, y la de horas, y más horas, de trabajo que supone, se fuese a echar tanto
de menos. Al menos, eso espero, nos servirá para tomar fuerzas en próximos
retos.
Y preocupación por la familia, por
nuestros mayores. La maldita pandemia está haciendo estragos en la población
más débil y ello me provoca una lógica inquietud.
Por otra parte, buscando el lado bueno de
esta circunstancia, he podido terminar, por fin, la nueva versión de la web de
la Hermandad. Es un proyecto en el que llevaba trabajando hace unos años, y que
no finalizaba por falta de tiempo.
•¿Qué es lo que más recuerdas de estos días que no podemos vivir debido a la emergencia sanitaria?
No hay día que pase, que no recuerde que
estaría haciendo si no estuviésemos en estado de alarma: Que, si hoy empezamos
el triduo, que mañana es la función, que estaríamos desmontando, que estaríamos
haciendo el traslado, … Pero sin duda alguna lo que más recuerdo son los buenos
momentos en la casa de hermandad, la comida del día de la función con todos mis
hermanos, las tertulias cofrades en cualquier esquina, la cervecita tras un día
de duro trabajo. Quizás, tras tantos días de confinamiento, es el calor humano
lo que más se recuerda y se echa en falta.
•¿Cómo crees que recordarás esta Semana Santa?
Pues lo que me gustaría es olvidarla y no
recordarla, aunque sé que será muy difícil. Ya se encargarán las crónicas de no
hacérnosla olvidar. Al final, lo que quedará para la historia, es que el año
2020 no hubo procesiones; igual que ocurrió en la epidemia de fiebre amarilla
de 1800.
•¿Cómo piensas que vivirás el Viernes Santo?
Es una pregunta difícil de responder.
Seguramente, como todos los viernes santo, me levante de la cama, me acerque a
la ventana, mire al cielo y piense… ¡Vaya, hace día de viernes santo!. Luego,
asumiré que da igual cómo se despierte el día, y que no me queda otra que
intentar llevarlo lo mejor que se pueda. Elevaré una oración a mis Titulares, e
intentaré evadirme de que, este viernes, no puedo ir a la iglesia, no podré
disfrutar de la presencia de mis Sagrados Titulares, y no podré abrazar a mis
hermanos. Será duro, pero no me queda otra.
•¿Piensas hacer algo especial ese día para recordar que es el día importante de la cofradía en la calle?
Sinceramente no he pensado en nada
todavía, pero evidentemente algo habrá que hacer. Al menos, como indicaba antes,
hacer una oración a mis Titulares.
Lo que tengo claro, es que lo que no voy a
hacer. No me gustaría ver ningún vídeo de años pasados, ni fotos, ni nada
parecido. Me conozco, y sé que lo voy a pasar mal, y ciertamente, con lo que
llevamos, creo que tenemos bastante.
•¿Qué perderemos los cofrades al no ver este año la hermandad en la calle?
La Hermandad no iba a presentar
importantes novedades en el cortejo. Lo más destacado es que seguimos
trabajando en el cuerpo de acólitos, y este año lo hemos completado con tres
nuevas dalmáticas y el medallón para el pertiguero.
Por lo demás la cofradía continua la línea
que marcamos hace ya unos años, y que poco a poco creo que vamos consolidando.
La recogida, una vez dentro del templo, cuando el paso de Nuestra Señora se
dirige a su nave, es para mí, el momento mágico de la
noche.
•¿Ganamos los cofrades algo con esta situación que estamos viviendo?
Pues dicen que valoramos las cosas, cuando
se pierden. Este año, nos hemos quedado sin nuestra semana grande, sin pregón,
sin infinidad de actos. Pero lejos de olvidarnos de todo esto, hemos tirado de
nuestros recursos para hacer rogativas y oraciones por las redes sociales,
montajes de video con nuestros Titulares, muchos de ellos espectaculares.
Seguro que alguna nos sorprenderá con algo parecido los días de Semana
Santa.
En definitiva, con esto quiero decir, que
los cofrades nos reinventamos, buscamos medios donde no los hay. Esto nos hace
aprender, fortalecernos como movimiento cristiano, en el que, pese al momento
que estamos atravesando, estamos presente.
•¿Cómo crees que vivirás la Cuaresma y Semana Santa de 2021 tras lo sucedido este año?
Pues espero vivirla como la de años atrás.
No quiero decirte con más ganas, porque cada Cuaresma la espero con la ilusión
de un niño.
Lo que quiero es vivirla con todos los que
estamos ahora, que no falte nadie, y que cuando el Domingo de Ramos de 2021, se
abran las puertas de La Salle, todos los que este año nos íbamos a congregar
para ver la primera cruz de guía, estemos allí celebrándolo. Es por ello pido
al Santísimo Cristo de la Redención y a su bendita madre, Nuestra Señora de la
Soledad, que vele por todos nosotros y que termine con esta pandemia.