Jesús Nazareno llegó al Carmen. Última parroquia a visitar, el templo de la Patrona. Y es que la jornada de hoy ha sido sin duda muy especial. Es la última antes de regresar al primer templo de la ciudad y también por el paso por distintos sitios que ha marcado la emoción de los fieles y devotos que un día más de forma multitudinaria han acompañado al Nazareno.
Pasados algunos minutos de las siete de la tarde el cortejo compuesto por los hermanos del Nazareno y la representación de la cofradía de Humildad y Paciencia salía del templo de San Servando y San Germán no sin antes acercar la parihuela del Regidor Perpetuo ante la Virgen de las Penas.
Tras salvar los escalones que dan acceso al templo el cortejo comenzó una nueva jornada de peregrinación entre cientos de miradas que se clavaban en la silueta del Señor de La Isla. Primeras calles del barrio hasta encontrarse con algunos usuarios del centro UPACE que salieron a ver al Nazareno. Uno de ellos tocó el llamador de la parihuela que se había girado para que estos usuarios vieran frente por frente al Señor de la Isla.
Y de aquí al nuevo punto, quizás al más emotivo. Jesús Nazareno se acercó al convento de las Carmelitas Descalzas, en la calle Real, que esperaban en el zaguán de entrada a este emblemático lugar de nuestra ciudad. Las monjitas recibieron al Nazareno con un cántico, rezos y entregaron a la hermandad un documento que recordaba el paso por allí.
Aplausos ante los cánticos y cuando la parihuela se posaba delante de las monjas de clausura. Alguna lágrima, a un lado y otro del dintel, y mucha emoción contenida en estos instantes.
Dejado atrás el convento carmelitano se ponía rumbo por San Juan de la Cruz y Lázaro Dou a la Alameda del Carmen que con ese contraste de colores en los fondos marcó algunas de las escenas más fotografiadas.
Y en la Alemada del Carmen se podían ver los portones de este templo entreabiertos y tras los cuales se podía ver a la Santísima Virgen del Carmen presidiendo el altar mayor como en cada Novena en el mes de julio.
Tras la Alameda, la entrada en el templo. Silencio roto por el órgano en el que sonaban marchas procesionales mientras Jesús Nazareno -con un templo repleto de fieles- iba adentrándose por el pasillo central.
Una vez posada la parihuela, y con Jesús Nazareno y la Virgen del Carmen frente a frente, se procedió a los pertinentes rezos así como los agradecimientos por parte de la hermandad nazarena como del párroco del Carmen.
Así finalizaba la decimoquinta etapa de la peregrinación que ya reposará hasta el próximo miércoles en la Iglesia Mayor de donde saldrá el próximo miércoles con destino a su templo, la Iglesia Mayor Parroquial. (ISLAPASIÓN).