Jesús de Medinaceli fue trasladado a su altar de Quinario
Con sus hermanos sentados en los bancos de la Iglesia Mayor. Con el aforo completo minutos antes de las seis de la tarde. Con todas las medidas sociosanitarias. Con todos los impedimentos posibles. Pero no se perdió.
No se perdió el traslado de Jesús Cautivo a su altar de Quinario como cada domingo previo al primer viernes de Cuaresma.
Y así fue. Con el templo solo iluminado con la luz natural. Con ‘Mektub’ sonando al órgano por José González García. Con los codales alumbrando el camino hasta su altar. Así fue, como siempre, pero de manera especial.
En pocos minutos en una parihuela sobre ruedas Jesús Cautivo llegó desde su altar de diario hasta el altar del Quinario dejando atrás, por unos días, la encontradiza mirada con la Virgen de la Trinidad.
El martes darán comienzo estos cultos que concluirán el domingo con la Solemne Función.