Huelva vivió el pasado sábado uno de los eventos cofrades más importantes que se recuerdan en Andalucía en los últimos años. Una ciudad desbordada que puso en órbita lo mejor de su Semana Santa con una procesión Magna que quedará grabada en la memoria colectiva de todos los onubenses. El Año de la Misericordia como hilo argumental para disfrutar de veinticuatro pasos de misterio por las calles en pleno mes de septiembre.
La mañana comenzó desde temprano. Los templos abrieron sus puertas para que todos los visitantes y cofrades de Huelva contemplaran lo que en unas horas se convertiría en una explosión de emociones. Estampas imborrables como los cinco pasos de la parroquia de la Concepción o los tres en San Pedro. La ciudad tomó el pulso a sus cofradías para convertirse, momentos después, en la capital de la Semana Santa de Andalucía.
El acto ofreció imágenes curiosas como las del Santo Entierro procesionando en catafalco, en vez de con su habitual urna; la Soledad sobre la peana del Carmen de San Cayetano de Córdoba o la posibilidad de ver en la calle al Cristo de la Preciosísima Sangre que solo lo hace en ocasiones especiales en vísperas de cada Semana Santa.
El sol ahuyentó todos los fantasmas de las dos anteriores procesiones Magnas suspendidas por la lluvia. El reciente recuerdo del frustrado Año de la Fe desapareció con un simple estallido de emociones desde San Francisco. Allí se dio el particular pistoletazo de salida con Jesús de la Sentencia en la calle. A las 14:45 h., la Salud dispuso su cortejo y su Cristo para buscar la carrera oficial que la esperaba horas después. Desde ese mismo instante, todo un carrusel de salidas se sucedieron durante toda la tarde. Desde el Cautivo hasta Santa Teresa, desde el Carmen hasta el Sagrado Corazón, desde la Magdalena a la Merced; un río de público buscaba cada templo, cada salida y cada instante para dejar que las calles muestren lo mejor de la religiosidad popular con Huelva como sede. Y todo ello bajo un calor a veces sofocante.
La Plaza de la Merced recibía a cuenta gotas a un público que esperaba bajo la sombra la salida de la Virgen que lleva su nombre con los exquisitos sones del Liceo de Moguer. A continuación, Jesús de las Cadenas hizo acto de presencia acompañado de forma inmejorable por la Agrupación de las Lágrimas de la localidad gaditana de San Fernando. Mientras tanto, desde la Independencia; el Prendimiento y la Lanzada formaban una sola cofradía. La Centuria y las Tres Caídas a pocos metros de distancia. El imponente misterio del Carmen, el más grande de Andalucía, sorprendía con sus 72 costaleros bajo sus trabajaderas. Los hechos se iban concatenando de forma irremediable. San Pedro vio salir a la Borriquita, Pasión, con la banda de los Gitanos, y el Descendimiento ante un mar de gente que se agolpaba ante la peculiar bajada del hermoso templo.
La ciudad se preparó para el acontecimiento. El centro se blindó al tráfico y las inmediaciones del Nuevo Colombino sirvieron como bolsa de aparcamientos para los miles de visitantes que acudieron ayer a Huelva, en lo que es a buen seguro uno de los acontecimientos que mayor afluencia turística ha traído a la capital onubense.
Pasadas las 18:35 h, el Cristo de la Misericordia hizo su entrada sin música en la carrera oficial. Un trazado de 280 metros y más de 5.000 sillas con la plaza de las Monjas como eje inicial desde sus cuatro puntos de entrada para continuar por Martín Alonso Pinzón y finalizar en la plaza de la Constitución. Allí, el crucificado del Jueves Santo presidió un altar por el que pasarían a continuación los 23 pasos restantes. Un rezo por cada misterio precedido por el himno de España, las palabras de alcalde, Gabriel Cruz; el presidente del Consejo de hermandades, Antonio González y el obispo de Huelva, José Vilaplana, que pidió los asistentes que cuando pasaran las imágenes, «no se levantaran para no molestar a los que no pueden hacerlo. Una inclinación de cabeza era suficiente».
A la caída del ocaso, la Inmaculada cerraba el cortejo oficial para dar paso a las emociones por las calles de Huelva, el momento en el que más público se concentró, en algunas ocasiones con zonas desbordadas.
Momentos especiales se vivieron en la Cuesta de las Tres Caídas, al paso del misterio del mismo nombre a los sones de las Cigarreras el Cautivo junto a la banda de la Salud al llegar a la Misericordia llenó de emoción a sus vecinos al igual que la Oración en el Huerto al entrar en la Concepción, acompañado por la Merced de Huelva. Los visitantes conocieron de primera mano el minucioso trabajo del pintor Díaz-Arnido sobre el paso de Santa Cruz y Huelva devolvió su amor eterno al Nazareno.
Los regresos a sus templo desbordaron todas las previsiones de público. La ciudad buscaba cada uno de los puntos de interés por donde pasarían las cofradías. Los barrios de laHispanidad, Viaplana y, sobre todo, el del Polvorín, recibieron a sus hermandades al llegar la media noche. Huelva tan bonita como siempre y, a la vez, como nunca. La Semana Santa en tan solo once horas.
El presidente del Consejo destacó en su discurso de apertura la intención de «impartir misericordia con nuestras imágenes por las calles de Huelva», agradeció igualmente la presencia de todos los visitantes a «un acto que marcará un antes y un después en la Semana Santa onubense y su ciudad».
Por otro lado, el alcalde recalcó que se trata de «uno de los días más hermosos que ha vivido nunca nuestra ciudad y que nos permite mostrar nuestra punta de lanza: la Semana Santa». Añade que «no debemos perder la perspectiva del acto que se celebra. Hoy Huelva derrama misericordia. La caridad que cada año regalan las hermandades a los más necesitados». El obispo, por su parte, acentuó que «las sagradas imágenes nos harán recordar que la Misericordia y el amor son más fuertes que la muerte». (ABC)