El Domingo de Ramos, jornada clave en la Hermandad de Cristo Rey por ser esta en la que realizan su salida procesional, se vivió ayer entre dos actos celebrados en la Parroquia Vaticana y Castrense de San Francisco, sede canónica de esta corporación.
A las once y media daba comienzo la Solemne Función Principal de la corporación lasaliana que cada año concentra en la mañana del Domingo de Ramos a decenas de hermanos de la corporación que participan de esta misa de palmas y olivos.
La misma estuvo predicada por el Rvdo. P. Gonzalo Núñez del Castillo, director espiritual de la hermandad, y como es tradición se leyó la Pasión de Cristo como manda la liturgia del Domingo de Ramos.
Un acto litúrgica que abriría la jornada para los hermanos de Cristo Rey que continuaba -para finalizar- con un acto de meditaciones ante los Titulares que se llevó a cabo a partir de las cinco de la tarde y en el que participó un miembro de cada uno de los grupos o secciones que conforman la cofradía.
Lágrimas en los ojos de los hermanos de Cristo Rey ante los pasajes en prosa y verso que los distintos hermanos -partiendo del propio Hermano Mayor- fueron intercalando entre interpretación a piano de partes de algunas marchas procesionales.
Así finalizaba esta jornada del Domingo de Ramos para la Hermandad de Cristo Rey para la cual exornaron su altar de diario añadiendo distintos elementos decorativos que vinieron a exponer a la veneración de los fieles de manera extraordinaria a Cristo Rey y María Santísima de la Estrella en el interior del templo castrense.