El Señor de las Tres Caídas presidió el Vía-Crucis de las hermandades

Se cumplió el sueño de los hermanos de las Tres Caídas. Tras muchos meses de preparación ayer se hizo realidad los anhelos de una de las hermandades más jóvenes de nuestra Ciudad escribiendo una de las páginas de oro de su particular historia con la participación de su Titular cristífero en el Vía-Crucis de las hermandades y cofradías.

Minutos antes de las cinco de la tarde las chaquetas negras, guantes blancos para cargadores y muchas, muchas ganas se reunían en el interior de la Parroquia de la Sagrada Familia donde el Titular se encontraba entronizado en una parihuela remozada para la ocasión y ampliada en altura, que estaba colocada en el centro del presbiterio.

El tiempo era una duda, pero finalmente nada perturbó el buen discurrir del cortejo de camino a la Iglesia Mayor que comenzaba a las cinco y media de la tarde. Cuando la parihuela comenzó a recorrer el mármol de la parroquia bazarena sonaron las notas de ‘Reina de Reyes’ al piano por parte de un hermano, con el que se iniciaba también el acompañamiento musical que siguió, ya en la calle, con un grupo reducido de músicos de la Agrupación Musical Sagrada Resurrección de Sanlúcar de Barrameda.

En el recorrido al centro de San Fernando el cortejo recorrió parte del barrio de la Bazán hasta llegar a las cercanías de la estación para seguir por la Glorieta y San Rafael y Rosario hasta la Plaza de la Iglesia. Un recorrido que tuvo dos velocidades distintas. La primera, algo más presurosa hasta llegar a San Rafael -por aquello de recorrer calles con ciruclación rodada- y ya en San Rafael el ritmo fue más calmado por ser el el resto del recorrido peatonal.

Preciosas estampas que dejaba con la luz de la tarde el Santísimo Cristo de las Tres Caídas con un conjunto de túnica, cordonería y potencias que gustó mucho a los cofrades que también acompañaron al cortejo hasta el mismo centro de San Fernando.

Minutos antes de las ocho de la tarde la parihuela llegaba a las inmediaciones de la Iglesia Mayor donde esperaban los cofrades de las distintas hermandades en el interior. La entrada en el mismo y el paso por la nave lateral también regaló estampas que seguro no se olvidarán para los cofrades de las Tres Caídas.

Ya con la parihuela en el presbiterio comenzó el rezo de las distintas estaciones que estuvo acompañado musicalmente por el Ensemble ‘Jubilate Deo’ en un ambiente de recogimiento eliminando buena parte de la iluminación artificial del templo.

Las meditaciones por parte de la Hermandad de las Tres Caídas estuvo a cargo de Juan Carlos Collantes, hermano de la corporación, mientras que el acto estuvo acompañado por el Arcipreste de la Ciudad, el Rvdo. P. Gonzalo Núñez del Castillo. Destacó la ausencia de la Alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, al igual que ocurriera en la inauguración de la exposición ‘Opera Nova’. Por parte del ayuntamiento la máxima representación fue el cuarto teniente de alcaldesa, Antonio Rojas.

Pasadas las nueve de la noche finalizaba el rezo del Vía-Crucis y comenzaba el regreso hasta la Sagrada Familia. Un cortejo que se vio acompañado de cofrades hasta los últimos metros y que contó con estampas históricas por algunas de las calles del barrio de la Iglesia Mayor, como pudo ser la coqueta calle Nicola. No pudo ser el paso por Jardinillo, ya que la Delegación de Seguridad Ciudadana se negó a realizar la retirada de vehículos aunque por parte de la hermandad se había solicitado el pasado 14 de febrero.

Como último apunte la entrada en la Sagrada Familia también solo alumbrado por las velas de los altares fue sin duda la guinda de un pastel cocinado durante algunos meses y que ayer se hizo realidad para mayor gloria del Señor de las Tres Caídas y el enorme orgullo de sus hermanos.