Este mediodía el que fuera paso de las hermandades del Nazareno y Prendimiento, y posteriormente del Amor de Chiclana, ha sido trasladado a Ceuta para que continúe su labor como altar itinerante del Cristo de la Expiración.
Antes de llevarse a cabo este traslado se ha efectuado una reestructuración en el mismo añadiéndole un sistema de encaje para la Cruz del Santísimo Cristo de la Expiración, algo que obligará a perder un hueco dentro de uno de los palos para esta cuadrilla de La Isla que, además de portar a la Virgen del Amor, este año se estrenará con el primero de los pasos de la cofradía ceutí.
El paso durante las últimas semanas ha estado guardado en la casa de hermandad de las Tres Caídas, tras llegar desde Chiclana, el pasado mes de febrero. Finaliza de esta manera su trayectoria en las cofradías isleñas y chiclaneras de este paso, que fuera de Nuestro Padre Jesús Nazareno desde 1940 a 1983, obra de Manuel Casana. A partir de 1984 con la llegada del paso de Guzmán Bejarano para Jesús Nazareno este paso no se utiliza para la madrugada del Viernes Santo sino que pasa a ser de la Hermandad del Prendimiento, que lo utiliza para su misterio desde 1984 a 2010, antes del estreno en 2011 del actual paso de Guzmán Bejarano.
En el presente siglo tras dejar de ser usado por la Hermandad del Prendimiento el paso pasa a la Hermandad del Amor de Chiclana con el que prcesiona desde sus inicios en la jornada del Sábado de Pasión y posteriormente con su inclusión dentro de la nómina de la Semana Santa chiclanera en la jornada del Martes Santo. El paso se puso a la venta en septiembre de 2022, aunque lo veríamos una última vez en San Fernando, en 2018, con motivo del Pontifical por el 250 aniversario fundacional de la Hermandad del Nazareno portando a los Titulares de la corporación de la madrugada del Viernes Santo a modo de altar efímero presidiendo esta celebración eucarística.
