Parroquia Buen Pastor

Devotos del Padre Damián agradecen una cura milagrosa en el Buen Pastor

En la Eucaristía celebrada el pasado domingo, 27 de octubre en la Parroquia del Buen Pastor participaron un grupo de devotos del Padre Damián venidos desde Cádiz. Al termino de la misma contaron su historia y porqué habían participado de esta eucaristía en la parroquia.

De este grupo, Carmen era la protagonista y el motivo de venir a esta parroquia. Había permanecido en el hospital un mes y medio y parte de ese tiempo en la UCI, sin hablar, comer, apenas abría los ojos…Su amiga e hijas se encomendaron a San Damián, del que eran devotas, y todos los días le rezaban para que pudiera recuperarse. Poco a poco y día a día, vieron como Carmen, de una manera increíble, iba avanzando en su recuperación, hasta estar totalmente curada. Para ellos ha sido milagrosa esta curación y una vez totalmente reestablecida, acudieron a la Parroquia del Buen Pastor a dar gracias al Señor, a celebrar la Eucaristía, porque sabían que en la misma se encontraban los Sagrados Corazones y que era muy importante para esta comunidad religiosa el padre Damián.

Una muestra de la fe y devoción en este caso al Padre Damián, sin duda la persona más conocida dentro de los Sagrados Corazones, un modelo que inspira a muchos. Un joven belga del siglo XIX que decide entrar en la congregación de los Sagrados Corazones siguiendo los pasos de su hermano. Su espíritu misionero le impulsa a los 23 años presentarse como voluntario para ir a las misiones de Hawái, y después de varios años allí decide dar un paso más atendiendo a las fuertes necesidades del mundo; los leprosos de Molokai le esperaban: mucho trabajo, mucha desesperanza, mucha soledad. Pero él se agarró a Dios, de la Eucaristía sacó la fuerza y el alimento para entregarse e hizo de su vida una imitación de su Maestro y Señor, haciendo suya la enfermedad contra la que combatía y muriendo con y por los que había elegido vivir: «Me quedo toda la vida con mis leprosos».

El 4 de junio de 1995, solemnidad de Pentecostés, fue beatificado en Bruselas (Bélgica) por el Papa Juan Pablo II. Y el domingo 11 de octubre de 2009 fue canonizado por Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano.