La pensión de jubilación es clave para asegurar un ingreso luego de los años que una persona trabajó en España. Sin embargo, las empleadas del hogar se encuentran con obstáculos únicos que pueden hacerles perder el derecho a cobrarla. En ese sentido, la Seguridad Social establece tres motivos específicos por los que se podría negar esta pensión.
Cabe señalar que la Seguridad Social es un sistema público que ofrece a los españoles protección y prestaciones en caso de enfermedad, desempleo, jubilación, maternidad, accidentes de trabajo, entre otras situaciones: Asistencia sanitaria, prestaciones económicas por incapacidad temporal, prestaciones económicas por maternidad, prestaciones de invalidez, jubilación, defunción, viudedad y orfandad.
¿Cuáles son los motivos por los que la Seguridad Social puede hacer que no cobres tu pensión?
No llegar al mínimo de cotización
Uno de los requisitos de la Seguridad Social es alcanzar un mínimo de años cotizados. Para tener derecho a la pensión contributiva, una empleada debe haber cotizado al menos 15 años. Además, dos de esos años deben haber sido cotizados en los últimos 15 antes de la solicitud.
Superar el límite de ingresos para la pensión no contributiva
Si una trabajadora no cumple los 15 años de cotización, aún tiene la opción de acceder a la pensión no contributiva. Esta ayuda, gestionada por el Imserso, está destinada a quienes no han podido cotizar lo suficiente. Pero esta pensión tiene un límite: los ingresos del solicitante no deben superar los 7.250 euros al año.
No cumplir con el requisito de residencia en España
Este es otro motivo que puede impedir recibir una pensión, especialmente la no contributiva. La Seguridad Social exige que el solicitante haya residido en España al menos diez años entre los 16 años y la fecha de solicitud. De esos diez años, dos deben ser consecutivos y justo antes de la solicitud.