La jubilación anticipada puede ser un sueño para muchos, pero la realidad es que se puede cumplir si se acreditan unas circunstancias concretas. Jubilarse antes de los 65 años es viable, en casos de discapacidad o profesiones catalogadas como penosas o peligrosas.
La normativa de la Seguridad Social contempla estas excepciones que permiten adelantar la edad de jubilación. Eso sí, hay que tener en cuenta que a veces conllevan penalizaciones en la cuantía de la pensión, aunque no en todas las circunstancias.
Jubilación anticipada voluntaria e involuntaria: dos vías, dos descuentos
Si accedes a la jubilación anticipada voluntaria podrás retirarte hasta dos años antes de la edad legal ordinaria. En 2025, se sitúa en 66 años y 8 meses si tienes menos de 38 años y 3 meses cotizados. Por el contrario, será a los 65 años si acumulas 38 años y 3 meses o más de cotización.
Para acogerse a esta modalidad, necesitas un mínimo de 35 años cotizados, con al menos dos dentro de los últimos 15 años. La pensión resultante debe superar la mínima fijada a los 65 años y se aplican coeficientes reductores que varían según el adelanto.
Por su parte, la jubilación anticipada involuntaria (o forzosa) permite entrar a cobrar la pensión hasta cuatro años antes del retiro legal, en función también de tu cotización.
Si se tienen menos de 38 años y 3 meses cotizados, la edad mínima será de 62 años y 8 meses. Si se tienen 38 años y 3 meses o más cotizados, la edad mínima será de 61 años.
Discapacidad y trabajos de riesgo: excepciones sin recorte (o muy leve)
Además de las dos modalidades de jubilación anticipada, también existen otras circunstancias que permiten a los trabajadores jubilarse antes de los 65 años en 2025. Por ejemplo, por tener una discapacidad o haber trabajado en un empleo penoso, tóxico o peligroso.
Jubilación por discapacidad
En 2025, las personas que acreditan un 65% de discapacidad o superior, pueden jubilarse sin penalización. De hecho, la Seguridad Social les permite acceder al retiro laboral incluso varios años antes de los 65.
En su caso, quienes tengan una discapacidad del 45% o superior, podrán jubilarse a partir de los 56 años, sin coeficientes reductores, siempre que se hayan cotizado al menos 15 años con ese grado y 5 años en los últimos 10 años.
Profesiones penosas, tóxicas o peligrosas
Algunas ocupaciones, como mineros, bomberos, personal de vuelo o trabajadores del metal, disfrutan de la jubilación anticipada con coeficientes favorables. En general, el descuento ronda el 8% anual de adelanto, frente al 10-21% de la jubilación voluntaria.
Este catálogo de profesiones se va ampliando mediante acuerdos sociales y decretos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, reconociendo la dureza y riesgos de determinadas actividades.
Además, la Seguridad Social cuenta con simuladores oficiales de pensiones que ayudan a los ciudadanos a calcular si merece la pena o no jubilarse sin esperar a los 65 años de edad.