Tras la celebración del Día de la Hispanidad, el 12 de octubre, nos encontramos en la cuenta regresiva para el cambio de hora de invierno 2024, que tendrá lugar en apenas dos semanas. Con los días cada vez más cortos y el sol poniéndose más temprano, es el momento perfecto para prepararse para este ajuste anual que nos lleva del horario de verano al de invierno.
Este cambio, que ocurre todos los años el último domingo de octubre, es parte de una medida europea destinada a optimizar el uso de la luz natural y reducir el consumo energético. A pesar del debate sobre su continuidad, sigue siendo una realidad en nuestro día a día.
¿Cuándo es el cambio de hora de invierno 2024?
El cambio de hora de invierno 2024 se realizará el domingo 27 de octubre. A las 03:00 de la madrugada (hora peninsular), los relojes deberán atrasarse una hora, volviendo a las 02:00. En las Islas Canarias, el ajuste se hará a las 02:00, cuando se atrasarán a la 01:00.
Puntos importantes a dos semanas del cambio de hora
- Fecha: domingo 27 de octubre de 2024.
- Hora del cambio: a las 03:00 en la península y a las 02:00 en Canarias.
- Efecto del cambio: el día tendrá 25 horas, una hora más de descanso.
- Directiva europea: regulado por la Directiva 2000/84/CE del Parlamento Europeo, que establece el final del horario de verano el último domingo de octubre.
¿Por qué seguimos cambiando la hora en octubre al horario de invierno?
El cambio de hora tiene sus raíces en la necesidad de ahorrar energía, una práctica que se remonta a tiempos en los que maximizar la luz natural era clave para reducir el consumo de electricidad. Aunque en la actualidad hay voces que sugieren mantener un solo horario durante todo el año, esta medida sigue en vigor, y en 2024 no será la excepción.
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) confirma que no se ha tomado ninguna decisión definitiva sobre la eliminación de este cambio, por lo que el ajuste de relojes continúa programado en el calendario europeo, con el objetivo de reducir el uso de iluminación artificial.
En estas dos semanas previas al cambio, es un buen momento para planificar cómo afectará este ajuste a tus rutinas diarias, especialmente si dependes de horarios estrictos o necesitas adaptarte al nuevo ciclo de luz natural.
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