La Vera-Cruz de Arcos tiñe de verde esperanza una jornada para la historia
La Hermandad de la Vera-Cruz de Arcos escribió ayer una página de oro en el libro de su particular historia. Tras el traslado en la noche del viernes del Santísimo Cristo desde su capilla a la Parroquia de Santa María en la tarde-noche de ayer llegarían los momentos más destacados de este fin de semana crucero en la localidad arcense.
A las ocho de la tarde comenzaba la Solemne Eucaristía e imposición de la medalla de oro de la ciudad que finalizaba una hora y media más tarde dando inicio a la procesión extraordinaria que recorrió el siguiente itinerario: Santa María, Plaza del Cabildo, Pesas del Reloj, Callejón de las Monjas, Deán Espinosa, Cuesta de Belén, Corredera, Peña Picada, Plaza Rafael Pérez del Álamo, Romero Gago, Plaza de las Aguas, San Francisco, Gomeles, Alta, Corredera y San Juan de Dios.
A su capilla llegó pasada la una de la madrugada en una procesión en la que no faltaron las petalás, ni las bengalas y que contó con una acompañamiento musical de excepción, la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Arcos de la Frontera, que supo estar a la altura de las circunstancias.
Por segunda semana Arcos. Por segunda vez tras la histórica salida de la Soledad, Arcos se marca como epicentro cofrade andaluz en una noche de sábado para la historia de la Hermandad de la Vera-Cruz y los cofrades de Arcos.
